El alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, es confeso y fanático hincha de Universidad de Católica. Hace unos días, el sociólogo de profesión visitó el estadio Claro Arena para ver en terreno cómo avanzan las obras de construcción del ex estadio San Carlos de Apoquindo. Y quedó maravillado.

Pero la emoción y orgullo cruzado del alcalde de Maipú podría abrir una nueva esperanza para el archirrival de la UC, Universidad de Chile, en su anhelo de conseguir por fin la casa propia, todavía sin certezas de una posible construcción del estadio azul.

“Estamos muy felices hoy día ya que renovamos el convenio de colaboración que tenemos entre el municipios de Maipú y Cruzados, en el marco de esta visita que hicimos, junto a distintos dirigentes deportivos de la comuna, para poder conocer el avance de las obras del estadio”, dijo Vodanovic.

Y ojo con esta declaración: “ya nos quisiéramos un estadio en Maipú de este estándar, quizás uno de los más modernos de Sudamérica y, sin dudas, esto viene a ser un aporte no sólo para la actividad profesional del Club Universidad Católica, sino un aporte al entorno”.

¿La U debe armar un proyecto estadio serio y llamar al cruzado Vodanovic?

Vodanovic sentencia que el nuevo recinto de la UC “tiene toda una característica de poder dialogar con el entorno en tema de sustentabilidad, de luminosidad, de ruido. Se nota desde el primer minuto que Cruzados pensó en un estadio que no sólo sea favorable para la actividad, sino que también sea armónico con el entorno y los vecinos del lugar”.

Y más allá del fanatismo cruzado del alcalde Vodanovic, su sueño de ser casa de un estadio moderno que pueda recibir el fútbol profesional y darle un plus a su comuna debería ser al menos analizado por Azul Azul en Universidad de Chile.
Es que en el último tiempo, la gran excusa de la concesionaria del Chuncho para dar inicio al proyecto estadio es la dificultad de encontrar los terrenos y apoyo de una comuna.

Pero las palabras de Tomás Vodanovic dejan claro una premisa, más allá de su corazón cruzado y por el bien común: si Azul Azul presenta un proyecto serio, donde un posible estadio de la U sea un plus para la comuna, que tenga en consideración los derechos de los vecinos y que sea amistoso con el entorno, Maipú asoma al menos dispuesta a conversar.