Podría ser quizás el movimiento más extremo hasta ahora incluso con la primera temporada. Gran Hermano Chile quiere seguir subiendo el rating y anunció un remezón para este martes.
Tras la eliminación de Yuyuniz Navas, ahora el programa quiere meter a un nuevo eliminado según anunció esta tarde. Y el teléfono rojo será el protagonista.
Como cuenta la promoción, la dinámica tendrá como resultado un eliminado al azar y que será despedido del encierro.
¿Qué es el teléfono rojo y cómo se elige al eliminado?
Las reglas son simples: el que conteste el teléfono será eliminado de Gran Hermano. Así fue el anuncio que muy pocos creen. Y es que lo extremo de eliminar a alguien por contestar el teléfono dentro de la casa sería toda una novedad.
Hay varios que son escépticos con este anuncio y hasta teorizan que estaría arreglado. Y que quien conteste estaría preparado porque se le “termina el contrato”. Solo rumores hasta ahora.
Y es que la jugada podría salir bien si es efectivamente al azar, yéndose algún participante querido como la Chama, Yuhui o Pedro. Por el contrario, varios fanáticos esperan que lo conteste Íñigo.
¿Será mentira?
“El que conteste se va de la casa, una llamada, un eliminado”, dice el comercial. Pero una teoría suma “likes” en las redes sociales y es algo que habría ocurrido en GH Argentina.
Revisa el video:
Como dice un fan del programa en Instagram, esto ya se hizo en la producción argentina y la persona eliminada, lo que realmente hizo fue salir 24 horas de la casa y mirar cómo la pelan en el SUM.
Pero, en Gran Hermano 1 también sucedió con Constanza Capelli y Fernando Altamirano, ‘Bambino’. Aquí, Gran Hermano dijo que habían sido expulsados por romper las reglas, aunque solo estaban mirando en el SUM cómo reaccionaban sus compañeros.
Habrá que ver si realmente sale alguien de la casa o una jugada de Gran Hermano. Al menos en esa oportunidad, los televidentes también fueron engañados con que era verdad. Y hace poco con la “renuncia” de mata fama también se le hizo saber al público recién en la noche que no era cierto después de dos días creyéndose la prueba.