Hace algunos días se reveló un complejo hecho que tuvo como protagonista al conocido ex participante de “Amor Ciego”, Félix Soumastre, quien fue detenido por una disputa verbal por el uso de un estacionamiento en la calla, el cual llegó a golpes. Tras conocerse la situación, el periodista se refirió a lo sucedido.
A través de sus redes sociales, Soumastre, quien se hizo conocido públicamente por su paso por el dating show de Canal 13, en donde se convirtió en el principal rival de Edmundo Varas, señaló: “Una agresión física no puede ser la respuesta a la violencia verbal. Reaccioné mal y lamento profundamente que mi hija haya presenciado la segunda”.
Los hechos que gatillaron la detenición de Félix Soumastre
El pasado miércoles, Félix Soumastre pasó a control de detención acusado de agredir a un gasfíter, que según su declaración señaló sufrir golpes en la cara, patadas en la espalda y terminó con sus lentes rotos.
El denunciante, quien prefirió ser llamado por su nombre de pila, José, señaló a LUN que se mantiene “adolorido”.
Según su relato, todo ocurrió el martes en la calle Dublé Almeyda, en la comuna de Ñuñoa, en donde llegó para realizar una reparación, ya que trabaja en una empresa que presta sus servicios a una sanitaria.
“No nos dejaron entrar al estacionamiento de visitas, así que mi compañero y yo nos quedamos en la calle, en un lugar para dejar pasajeros y preparamos nuestros equipos. Estábamos en eso, cuando apareció este señor (Soumastre) en un auto Nissan color morado junto a su pareja y su hijita pequeña. Nos dijo que nos corriéramos porque estábamos estorbando”.
Tras, según su declaración, recibir “muchos improperios” de parte de Soumastre, el periodista ingresó al edificio y salió nuevamente, esta vez en un vehículo gris, estacionándose al frente de la camioneta en donde estaban ellos, continuando con la discusión.
Tras ingresar nuevamente a consejería, salió a la calle y, según su relato, le propinó golpes a José. El resto del altercado ocurrió fuera del alcance de los videos de seguridad.
“Me dio patadas por la espalda y golpes en la cara. Mis lentes cayeron y él los rompió. Aunque escapé, él me siguió más de una cuadra para seguir pegándome. Intentó botarme al suelo, pero no pudo porque yo tengo fuera y soy corpulento”.
“Luego se llevó lo que quedaba de mis lentes y se los pasó a mi compañero de labor, que estaba en la consejería. Con él no se atrevió porque mide 1.90 mts”, expresó José.