Luego de que Margot Robbie, conocida por sus papelesen cintas como “El Lobo de Wall Street” y “Suicide Squad”, fue elegida para interpretar a la icónica muñeca el año 2019, mucho comenzó a especularse sobre el camino que tomaría el live-action de Barbie lo que rápidamente generó gran expectativa por el filme.
Y a pesar de que pequeños vistazos se han estrenado sobre la película, la cinta es muy distinta a lo que los espectadores piensan al entrar a la sala de cine. Uno piensa que pasará un rato agradable, pero es mucho más. Barbie es original, entretenida, crítica y empoderadora.
Entregando una historia entretenida en dos horas, que honestamente pasando volando, en donde presentan la trama, pero además hacen un comentario respecto a la sociedad actual, sin que sea forzado, como también hacen un guiño a las críticas que la legendaria muñeca ha recibido durante los años.
La película presenta Barbieland, el lugar mágico en donde viven todas las Barbies. Una ciudad maravillosa en donde los muñecos viven su máximo potencial, pero en donde indiscutidamente Barbie lidera en todas las áreas. Barbie Estereotipada (Margot Robbie), el tipo de muñeca que inmediatamente te viene a la mente cuando escucha su nombre, pasa sus días en este colorido mundo, en donde todo es perfecto. Pero, sin previo aviso, todo comienza a cambiar.
El mal funcionamiento de su casa de ensueños Malibú y su mente plagada por pensamientos sobre la muerte, para nada comunes en ella, hace que deba visitar a la Barbie “rara” (Kate McKinnon), quien le dice que debe visitar el mundo real para encontrar a la humana que ha estado jugado con ella y que ha generado esta situación, para que todo vuelva a ser como antes. Ken (Ryan Gosling) se suma a su viaje y él también descubre algo que cambia su visión del mundo.
El mundo que ellos pensaban era muy parecido a Barbieland, es mucho más distinto y más hostil de lo que imaginaban. Barbie descubre que su figura no cambió el mundo como ella creía y no ha tenido el efecto empoderador y feminista que esperaba, sino que de hecho es blanco de críticas por presentar cánones de bellezas inalcanzables y en palabras de Sasha (Ariana Greenblatt) “atrasar el movimiento feminista”, lo que desmoraliza a Barbie, quien se enfrenta al rechazo por primera vez.
Si bien algunos han criticado con razón a la muñeca por establecer estándares de belleza poco realistas, Barbie también mostró a las niñas que pueden hacer y ser cualquier cosa, ya que diferentes modelos la han retratado como presidenta, científica espacial y jueza de la suprema corte, etc.
La cineasta nominada al Oscar ha creado una aventura perspicaz, divertida y profundamente feminista que te desafía a reír y llorar en donde combina críticas sobre la brecha salarial con bromas sobre la superficialidad de los Kens.
La narración de Helen Mirren también entrega muchos momentos divertidos durante la historia, al igual que el resto del elenco, que captura a la perfección la imagen que se tiene de las Barbies y los kens.
Pero lejos, el punto más alto de la película, que ya está muy bien hecha, desde el guión, hasta los detalles escenográficos y las actuaciones, es Margot Robbie, quien se luce en el papel de la icónica muñeca, Ryan Gosling también hace un papel impecable como el Ken principal, pero la actriz australiana hace que todos quienes jugamos alguna vez con la legendaria muñeca podamos identificarla a través de su interpretación.
Robbie ofrece una actuación transformadora, aportando una kinésica que hace parecer que sus extremidades estuvieran hechos de plástico, lo mismo con su gestualidad, la cual se diferencia entre el mundo real y Barbieland.
Y esa atención a los detalles hace que sea tan llamativa para todos quienes tienen o tuvieron en algún momento una Barbie. La escenografía es espectacular, ya que es exactamente como uno imagina que se vería el mundo de Barbie y además genera nostalgia con los accesorios de la muñeca, su ropa y todo lo que compone su mundo.
Barbie es uno de los estrenos más esperados del año y sin duda, cumple con lo que promete y más. De principio a fin, una función que grandes y chicos pueden disfrutar completamente.