Tal como lo había prometido, la activista body positive Anto Larraín finalmente reaccionó ante la polémica crítica que Cesarito, de Críticas Qls, publicó en Año Nuevo sobre su libro Cuerpo sin Vergüenza, video que acumulo miles de visitas y que desató toda una polémica en torno al trabajo de la influencer.
¿Qué dijo Anto Larraín de la crítica de Cesarito?
Una vez más a través de las historias de su Instagram, Larraín hizo sus descargos tras abrir este lunes la clásica caja de preguntas, aunque aún mantiene su perfil como privado, por lo que se sigue dirigiendo sólo a quienes actualmente la siguen.
Así, con el correr de las horas le fueron llegando distintas consultas y, tal como lo pidió, no sólo sobre el tema en particular, aunque indirectamente se relacionaran por hacer referencia a su trabajo como activista feminista.
“Qué consejo le darías a alguien que no está de acuerdo con tu punto de vista, pero le interesan tus temas?”, fue una de las primeras consultas que respondió: “Preguntar antes de asumir. Escuchar. Diálogo desde respeto”.
“Y también tratar de entender desde dónde vienen ambas posturas. Cada persona tienes historia y sus experiencias particulares. Es imposible que todes pensemos igual porque no hemos vivido lo mismo“, destacó.
¿Y la autocrítica?
Cuando otro usuario le propusieron este momento como la instancia para “hacer un poco de autocrítica”, Anto respondió firme que “el rollo con esto es: ¿Qué les hace pensar que no tengo autocrítica? ¿Me conocen? ¿Saben mis razones para tomar las decisiones que tomo? ¿Saben cuáles contradicciones tengo internamente? ¿Necesito que venga un hombre (x que lleva años hostigándome) para que ahí yo reflexione?“.
“Si seguimos pensando que conocemos a la gente sólo por haberla visto en redes, estamos muy equivocados”, recalcó. “Y no, no creo que un momento de acoso sea una buena oportunidad para nada. La autocrítica y revisarse constantemente es pega de todos los días“.
Al mismo tiempo, llamó a sus seguidores a que si tienen dudas a que se las hagan llegar, “antes de asumir cualquier cosa. Podemos no estar de acuerdo con las respuestas, pero eso no significa que uno tiene permiso de tratar como el pic* a la otra persona, porque no hacemos las cosas de la misma forma o por las mismas razones o porque yo no actúo como otros esperan que yo actúe“.
“Sobre todo cuando es gente a la que ni siquiera le importa el feminismo”, subrayó.
Si bien le llegaron interrogantes, otros seguidores optaron por la amabilidad y le resaltaron que por la situación en que estaba, indudablemente le llegarían cuestionamientos a su rol en las redes sociales. Pero Larraín explicó que “no estoy enojada, pero también tengo permiso de enojarme y si algo me molesta, lo digo. No busquen conflicto donde no lo hay”.
Ser “cuico”
En una de las preguntas más directas, una persona le indicó “crees que el ser ‘cuica con opinión’ les molesta tanto?”.
Entonces, Anto Larraín se mostró convencida de que “el ser ‘cuico’ por si solo ya molesta. Y con justa razón, sobre todo en un país desigual como este”.
“Cuestionarme porque he tenido privilegios en mi vida, es válido. Pero anularme como persona sólo por eso (mi trabajo, mis experiencias, mi identidad), creo que está demás en la mayoría de los casos“.
“Lo otro es ser mujer con opinión. Eso también molesta a muchos”, sostuvo, al mismo tiempo que se hizo cargo de uno de los cuestionamientos más viralizados de la crítica de César Huispe, en el que resaltaba un pasaje del libro en que Larraín omitía que era de La Dehesa y aseguraba pertenecer a Lo Barnechea para no ser discriminada por “cuica”.
“Ah y la única vez que negué que vivía en un barrio cuico fue cuando tenía 14/15 años. Y eso fue lo que dije en mi libro”, sentenció.
Sobre el uso del concepto “Incel”
Mientras agradecía el tacto que tuvieron sus seguidores para hacer las consultas, llegó el momento en que se le cuestionó si acaso el uso del concepto “incel” no era igualmente una forma de acoso.
“El concepto de ‘incel’ tiene que ver con grupos de odio de hombres misóginos en internet (más allá de su significado literal). Creo que calza bastante bien con gran parte de los que me escriben“, explicó.
Y como complemento, dijo: “no creo que tenga que ver con ser ‘poco feminista’, pero tampoco la mayoría de los insultos que existen. HdP, CTM, p3rra, ql, etc. son todos insultos machistas, igual los usamos por hábito. ¿Somos peores feministas por hacerlo? Dudo. ¿Podríamos ser mejores? Siempre sí”.
“Lo otro es que NUNCA voy a apoyar que la gente insulte y descalifique a alguien por su físico, identidad o amenazas de muerte, etc. Pa’ mi es caer en lo mismo que condenamos”.
“Y mis amigas son responsables de sus propias palabras. Ellas saben que no estamos de acuerdo en ciertas cosas de este tipo”, añadió.