Taylor Townsend, actual N°1 del mundo en dobles, no siempre tuvo un camino fácil. A los 16 años, siendo la número uno del mundo junior, la USTA detuvo su financiamiento y le prohibió competir en torneos importantes, incluyendo el US Open, debido a su peso.
Hoy, con dos títulos de Grand Slam en dobles y un físico impresionante, la estadounidense demuestra que pudo superar todos esos obstáculos.
Una promesa frenada por su peso
En su adolescencia, Townsend era la jugadora más destacada de su generación en Estados Unidos.
Sin embargo, el organismo que debía apoyarla la puso bajo presión por su peso, negándole incluso wildcards para torneos juniors del US Open.
La excusa oficial, según Patrick McEnroe, entonces gerente general del programa de desarrollo de la USTA, era “la salud y el desarrollo a largo plazo” de la joven.
La respuesta de Townsend
Lejos de rendirse, Townsend continuó entrenando y escalando posiciones. Tres años atrás, llegó a la final del US Open en dobles junto a Caty McNally, donde tuvo un momento icónico con McEnroe.
“He puesto el trabajo, me he ganado estar aquí, y todos pueden verlo”, dijo en presencia de él.
“Quise lo que dije y dije lo que quise. No me regalaron nada. Realmente tuve que trabajar muy duro para llegar hasta aquí y poder jugar a este nivel”, dijo después.
“Esto me da la confianza de saber que puedo enfrentarme a cualquiera y poder hacerlo tan pronto, en apenas un año, me da aún más seguridad”, agregó.
Hoy es la N°1 en dobles
A sus 29 años, Townsend presume de dos títulos de Grand Slam en dobles (Wimbledon y Australian Open) y se prepara para el US Open con la misma intensidad que la caracterizó desde sus primeros días.
En sus redes sociales, comparte su transformación física y motivación. “Momento de reconocimiento por mi arduo trabajo. ¡Sigan luchando por sus metas, gente!”, publicó en su cuenta de Instagram.