En el marco de las investigaciones del Caso Convenios, el exfuncionario de la Seremi de Vivienda y Urbanismo de Antofagasta, Diego Barrera, reveló insólita información como testigo sobre cómo se cometieron irregularidades durante el periodo de Carlos Contreras, quien hoy en día está siendo investigado por presunto fraude al fisco.
¿Qué reveló Barrera?
En conversación con el diario La Segunda, Diego Barrera señaló que en la Seremi le afirmaron que su sueldo sería de $1.350.000 bruto: “Me explicaron las funciones, que sería parte de la institución y pensé que sería ella la que me contrataría“, comentó.
Sin embargo, “al final de mes, cuando tenía que entregar mi boleta a honorario, me dicen que tenía que hacerlo por la Fundación Campamento Ideas (…) Fue ‘tienes que hacer la boleta o no te pagamos’. Quiero aclarar que no tengo ningún vínculo con esa institución”, expresó Barrera.
Después de tres semanas desde su ingreso al organismo estatal, asegura que “aún no sabía qué fundaciones íbamos a fiscalizar, pero por mientras hacíamos otras tareas. Por ejemplo, teníamos acceso al Sistema para la Gestión Financiera del Estado, algo que en estricto rigor no nos correspondía, porque no éramos formalmente funcionarios públicos”.
Aquella situación se volvió más extraña cuando le contaron que la fundación Campamento Ideas iba a ser fiscalizada por otro compañero y no por él, que era lo que correspondía.
Informes con fotos de empanadas y choripanes
Los problemas con las fundaciones se complejizaron más cuando se estableció el acuerdo de que ellas tenían que presentar, mensualmente, una rendición financiera y técnica. Al escritorio de Barrera llegaban las primeras.
“Tenían tantos errores, que los citaba y les hacía ver, con el fin de que al próximo mes no los repitieran. A muchos les molestó eso porque, entre otras cosas, les podía significar una nota de demérito y eso significaba problemas a futuro”, como el no poder postular a otros convenios, por ejemplo, explicó Diego Barrera.
“Tuve la oportunidad de ver informes técnicos y quedé impactado. Eran informes de estudiantes de primera semana de universidad. Entregaban un PDF de cinco o diez páginas, con fotos comiendo empanadas y choripanes para justificar en qué se gastaba la plata“, declaró el administrador público, sobre la insólita forma de declarar gastos.
“Una vez reclamé, porque no me parecía que gran parte de los montos que se entregaban iban en el pago de honorarios. Si otorgaban $250 millones a una fundación, casi el 10% se iba a remuneraciones“, señaló.
Sobre su relación con el exseremi Carlos Contreras, Barrera manifiesta que tiene malos recuerdos de él. “Era una persona altanera, que tenía malos tratos con los funcionarios. El día que me despidieron fui a hablar con él. Me trató mal, me echó de la oficina”, afirma.