Imagínate si te dijera que hay un “interruptor” en tu cerebro que podría ser la clave para convertirte en un adicto al ejercicio, ¡sin esfuerzo adicional! Pues bien, un equipo de investigadores españoles ha descubierto exactamente eso, y podría ser la pieza que estabas esperando para alcanzar tus objetivos fitness.

Qué dice el estudio sobre este “interruptor”

En un emocionante avance en la ciencia del ejercicio, investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han encontrado dos proteínas que actúan como el “interruptor” en tu cerebro para motivarte a hacer ejercicio.

Estas proteínas, llamadas p38α y p38γ, juegan un papel crucial en activar las zonas del cerebro que controlan el movimiento y la motivación.

Aquí está el truco: cuando haces ejercicio, tus músculos liberan estas proteínas, que a su vez estimulan la producción de otra proteína llamada Interleuquina 15 (IL-15). Este trío dinámico actúa como un superhéroe dentro de tu cuerpo, enviando señales al cerebro que incrementan tu deseo de moverte y hacer más ejercicio.

La ciencia detrás del impulso: Cómo funciona el “interruptor”

¿Te suena familiar esa sensación de euforia después de una buena sesión de entrenamiento? Esa es tu p38γ trabajando en acción, aumentando los niveles de IL-15 en tu sangre. En otras palabras, cuando entrenas, estas proteínas no solo ayudan a tus músculos a recuperarse, sino que también envían señales a tu cerebro para que quieras seguir moviéndote. ¡Es como tener tu propio motivador personal incorporado!

En estudios realizados tanto en animales como en humanos, los investigadores encontraron que las personas con niveles más altos de IL-15 tienden a disfrutar más del ejercicio y continúan haciéndolo con mayor frecuencia. En cambio, aquellos con niveles más bajos de esta proteína tienen menos ganas de hacer deporte, especialmente si luchan con la obesidad.

Este descubrimiento no solo es un avance emocionante en la ciencia del ejercicio, sino que también podría revolucionar la manera en que abordamos el entrenamiento físico. Los científicos están ahora explorando cómo los niveles de IL-15 pueden variar con diferentes tipos de ejercicios y si podrían ser utilizados para diseñar entrenamientos más efectivos para individuos con diferentes necesidades.

Además, se está considerando la posibilidad de desarrollar medicamentos basados en IL-15 para ayudar a aquellos que tienen dificultad para motivarse a hacer ejercicio. Así que, si alguna vez te has sentido atrapado en un ciclo de desmotivación, ¡la solución podría estar más cerca de lo que piensas!

La investigación fue publicada en la revista Science Advances.