Ricardo Gareca dirigió su debut en la Roja. Una jornada que inició con un afectuoso saludo al DT rival, Sylvinho. Y el Tigre fue osado en la diagramación de la oncena. Todo terminó con un festejo mesurada de un 3-0 que Chile le propinó a la selección de Albania.

Hubo apuestas osadas del Tigre, como la inclusión de titular de Darío Osorio como volante por el costado derecho. Y Víctor Dávila estuvo en la misma función por el sector izquierdo. Recién iniciado el partido, el exseleccionador de Perú pidió que el juego apuntara hacia afuera.

Todo radicó en la orden táctica que les dio a Gabriel Suazo y Mauricio Isla durante los días de entrenamientos. Si hay posibilidades de descuelgues ofensivos, ambos deben acudir a la jugada. El resto de los minutos durante la primera parte pareció mostrarse conforme.

El saludo entre Sylvinho y Ricardo Gareca. (Matteo Ciambelli/Photosport).

Miraba atenta y detenidamente, pero sin dar muchas indicaciones. Una conducta de alguien que no necesita ajustar mucho de lo que estaba viendo en el estadio Ennio Tardini, enclavado en Parma, Italia. El descanso llegó con la mínima ventaja a favor del Equipo de Todos.

El segundo tiempo del debut de Gareca en la Roja: mueve la pizarra en los 70′

Durante el segundo tiempo del debut de Gareca en la Roja, el entrenador argentino se vio algo más intenso. “Gareca muy activo y muy alerta con los funcionamientos de Vargas y Alexis. Quiere que juegue con libertad el hombre del Inter”, describió Claudio Bustíos desde Parma.

Ricardo Gareca comenzó tranquilo el segundo tiempo. (Captura ESPN).

También hubo momentos para hablar con su ayudante, Sergio Santín. Y cuando el cronómetro marcaba 70′. movió la pizarra por primera vez. Mandó a la cancha a César Pérez, quien entró por el acalambrado Marcelino Núñez. Y también a Ben Brereton, quien reemplazó a Eduardo Vargas tras su retorno goleador.

Gareca le da indicaciones a Ben Brereton. (Captura ESPN).

Marcos Bolados ingresó por Alexis Sánchez y ese ingreso, al igual que el de Turboman, tuvo fruto casi de inmediato. Con apenas unos segundos, el extremo nacido en Antofagasta le puso broche de oro a una gran acción colectiva. Tras un toque de Víctor Dávila, el atacante de Colo Colo puso el 2-0.

En ninguno de los goles se apreció algún festejo de Gareca. Pero sus decisiones influyeron en el partido: el 3-0 tuvo a Bolados en una combinación con Brereton. El festejo fue mesurado con su colaborador más cercano, consciente de que es sólo el inicio de un camino que tiene como objetivo final el Mundial 2026. Pero el primer paso dejó varios aspectos ilusionantes.

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