El automovilismo ha sido testigo de momentos inolvidables, pero pocos tan emotivos como el que protagonizó Michael Schumacher en 2000.

Durante una conferencia de prensa, el legendario piloto alemán rompió en llanto al recordar a Ayrton Senna, el icónico brasileño que perdió la vida en la pista solo seis años antes.

La victoria que igualó a Schumacher con Senna

El 2 de junio del 2000, Schumacher se llevó el triunfo en el Gran Premio de Italia, alcanzando su victoria número 41 en la Fórmula 1.

Con este logro, igualó el récord de Ayrton Senna, una hazaña que, lejos de llenarlo de orgullo, lo sumergió en una profunda emoción.

Michael Schumacher celebra su victoria en el Gran Premio de Italia en 2000.

Durante la rueda de prensa posterior a la carrera, un periodista le mencionó el hito, preguntándole qué significaba para él. Schumacher intentó responder, pero la emoción lo superó.

Con los ojos llenos de lágrimas y visiblemente afectado, el alemán cubrió su rostro y no pudo continuar.

El respeto y la admiración por su ídolo y rival

El silencio en la sala fue absoluto. Su rival de entonces, Mika Häkkinen, y su hermano, Ralf Schumacher, lo miraban con respeto mientras el piloto intentaba recomponerse.

Este momento quedó marcado como una de las escenas más humanas en la historia de la F1, demostrando la profunda admiración que Schumacher sentía por Senna.

Años después, el destino también golpearía al alemán. En 2013, sufrió un accidente mientras esquiaba, quedando con graves secuelas. Desde entonces, su estado de salud sigue siendo un misterio.