Luego de un vuelo lleno de adrenalina sobre la pirámide de Khafre en Egipto, y asombrar al mundo abordando un avión en el aire, Fred Fugen, atleta francés de 42 años, nuevamente inscribe una hazaña en su historial, ahora en los Alpes.
Y es que tuvo una idea original: saltar con esquís en los pies desde 6.500 metros, enlazar algunos trucos de caída libre y luego aterrizar en una pendiente para un gran final de speedriding. Pero, en el camino añadió otro elemento, el que fue dejarse caer desde una telesilla unida a un globo aerostático.
Perotoda idea tiene una génesis.“Con Vince (amigo y camarógrafo de Fred), habíamos imaginado saltar con esquís desde la parte trasera de un avión, pero nunca se había hecho porque era demasiado complicado por muchas razones. Pero cuando alguien me habló del telesilla, me lo imaginé inmediatamente y pensé: ¡sería una locura! Buscamos un helicóptero al que poder acoplarla, pero ningún piloto aceptó. Así que pasamos a un globo aerostático… ¡Y funcionó muy bien! Volé durante media hora en un telesilla. Iba muy bien sentado. Fue muy divertido y, sobre todo, es algo inédito, ¡al menos que yo sepa!”contó emocionado el atleta de Red Bull.
Solo el entrenamiento requirió más de 150 saltos, que se hicieron a bordo de sus esquís, pero no en la nieve, sino que en el desierto de Dubai. Luego, el equipo de Fred se trasladó a la región de Alta Saboya, en Francia, para la parte velocidad.A pesar de las condiciones de nieve no óptimas y de una pausa de tres meses entre los primeros entrenamientos y la producción, Fugen está encantado con el resultado final. “Estoy contento y aliviado de haber podido realizar este complejo proyecto con la ayuda de Dino Raffault, el director del vídeo. En total, hicimos unos 15 saltos en cuatro días para rodar todos los planos que teníamos en mente”, cuenta.