Claudio Bravo vive días de pensar decisiones fundamentales y en ese contexto, recordó una gran lección que le dejó su papá. Fue cuando ya jugaba en Europa y lo repasó en una entrevista con Mark González. El zurdo ya había lanzado su programa de conversación con una charla junto a Alexis Sánchez.
Y ahora conversó con Bravo, el icónico capitán de la Roja que fue bicampeona de América. Una enseñanza que apuntó al cuidado y los riesgos que puede tomar una persona al volante. “Creo que fue en la época de Bielsa. Me había comprado un auto caro en Chile”, afirmó el golero en el segundo episodio de Leyendas.
“Me pillan con el radar raja’o. A exceso de velocidad. Tú conoces los tiempos que teníamos: nos daban una tarde libre y uno agarraba el auto para ir a ver a la familia volando. En eso, me pistolea Carabineros. Y nunca pasó absolutamente nada”, describió Bravo.
Y prosiguió con la historia. “Hasta que llegó una infracción a la casa de mi papá, porque las cosas llegan ahí. Mi viejo me dice ‘ahora me dejas las llaves del auto porque lo voy a vender. Si no, te vas a matar a esa velocidad. Eso quiere decir que no piensas en tu señora, tus niños ni en nosotros”, recordó el ex meta del Real Betis de España, donde también jugó en la Real Sociedad y el Barcelona.
“El auto no lo vendió. Lo regaló. Lo soltó. Ni a la mitad del valor. Nunca me opuse ni dije nada. Sólo ‘bueno, ahí están las llaves’. Esa ha sido la educación de mi casa”, resumió Claudio Bravo. Aunque también recordó otra enseñanza de su padre. Fue cuando ya pertenecía a las divisiones inferiores de Colo Colo.
Claudio Bravo desclasifica otra enseñanza de su papá: “Bienvenido esos siete”
Claudio Bravo recordó otra enseñanza que lo marcó y de la que su papá fue protagonista. “A los 14 años me invitaron a jugar un partido con niños más grandes, uno típico de barrio. Él supo. Perdimos 7-0, me habían hecho siete goles”, revivió el legendario portero de la selección chilena.
“Llego a la casa y en la cocina había unas letras grandes, las típicas de feliz de cumpleaños. Puso ‘bienvenido esos 7’. Yo llegué hecho furia, ya estaba jugando en Colo Colo y fui a jugar con los amigos. Saqué las letras, las agarré y las tiré a la basura”, repasó Bravo.
Agregó que “el mensaje fue ‘no vayas a jugar ahí, ya lo estás haciendo más seriamente’. Nunca más fui a jugar. Esos mensajes tuve en mi casa”, cerró el guardavalla de 41 años, quien fue titular en dos de los tres partidos de la Roja en la Copa América 2024.
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