La Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados aprobó una modificación en la ley de sociedades anónimas deportivas en la que se prohíbe que representantes de jugadores o empresas de este rubro, sean también dueños de clubes profesionales.
Los parlamentarios aprobaron el cambio que impedirá que los representantes puedan comprar acciones o ser dueños de clubes, quedando en espera la forma en que se fiscalizará la propiedad efectiva de los clubes, cómo se impedirá que los agentes controlen los clubes de manera indirecta a través de terceros y qué pasará con los que ya operan bajo este sistema.
Esto fue anunciado por el diputado Matías Walker, quien confirmó que “en comisión de deportes se aprobó nuestra indicación que impide que agentes de jugadores o empresas de representación puedan ser accionistas de sociedades anónimas deportivas profesionales. No más conflictos de interés”.
El último movimiento bombástico de un representante con un club fue el de Cristián Ogalde, agente de Claudio Bravo, que se hizo del 70% de la propiedad de Magallanes a finales de diciembre del 2017. Según El Mercurio este negocio habría sido de 4.2 millones de dólares.