Olivier Giroud se transformó en un jugador fundamental para Didier Deschamps en la Copa del Mundo y logró una marca increíble al transformarse en el primer delantero centro en ser campeón sin hacer un remate dentro de los tres palos.
El ariete del Chelsea disputó los siete encuentro que “Les Bleus” tuvo en Rusia, pero no fue capaz de anotar un gol y tener un remate franco al arco. De todos modos, su inclusión ayudó para que Antoine Griezmann y Kylian Mbappé explotaran su habilidad en el ataque.
En el debut de Francia ante Australia, donde ganaron 2-1, Giroud ingresó en el segundo tiempo y desde ahí se quedó con la titularidad. Para Deschamps se convirtió en un jugador clave por su habilidad para aguantar balones de espalda, pivotear para sus compañeros y ser el primer defensa del equipo.
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