La selección española resultó sorpresivamente eliminada de la Copa del Mundo, luego de caer en definición por penales con el anfitrión Rusia, tras 120 minutos de un partido que terminó 1-1.

Un autogol de Ignashevich y un penal de Dyzuba estructuraron el empate en el primer tiempo, que estiró la definción hasta dos tiempos suplementarios. España dominó la posesión, pero apenas generó peligro en el arco rival.

Hasta que llegaron los penales y el arquero Igor Akinfeev fue la figura indiscutida y contuvo los lanzamientos de Koke e Iago Aspas, que sentenciaron la definición con un marcador de 4-2.

De esta manera, los rusos siguen en carrera y se enfrentarán al ganador del duelo entre Croacia y Dinamarca.

Para España, el sonoro fracaso de un proyecto que sufrió el golpe de la salida del técnico Julen Lopetegui, y terminó con un Fernando Hierro timorato, cuyo equipo perdió todo atrevimiento y abusó de la especulación.

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