Silvio Fernández dejó una huella imborrable en Santiago Wanderers. El otrora atacante uruguayo fue parte muy relevante del equipo del Decano que logró ganar el Campeonato Nacional 2001. De hecho, el Cuchillo fue el goleador del equipo con 18 conquistas.

En aquel equipo dirigido por Jorge Garcés, el charrúa conformó una dupla temible con Joel Soto, quien hace poco fue condenado a 12 años de cárcel por tráfico de drogas y tenencia ilegal de armas, aunque en primera instancia, la Fiscalía había solicitado 22 años de presidio.

RedGol se contactó con Fernández, quien en Guatemala contestó el llamado de Paulo Flores para hablar de esta situación. “El Huevo es un amigo. He querido de alguna manera poder contactarme con él y se me ha hecho muy difícil. Conozco a parte de su familia también, a sus dos hijos los pude dirigir en las cadetes de Wanderers”, repasó el oriundo de Melo, quien hoy tiene 48 años.

Silvio Fernández en su estadía como DT de Santiago Wanderers. (Photosport).

“Lamentablemente verlo en esta situación da tristeza. Antes que nada, más allá del delito cometido, tengo una relación con él y demás. Esperar de que sea lo menos traumático para él y, por sobre todas las cosas, que le sirva a él y su familia de aprendizaje y enseñanza para la vida”, agregó Silvio Fernández.

Silvio Fernández y el Huevo Soto encarcelado: “La justicia tiene que primar sobre cualquier persona”

Silvio Fernández profundizó en su análisis respecto de la condena que afronta Joel Soto. “No me lo imaginé. Permanentemente estábamos en comunicación por algunas situaciones, sobre todo deportivas o familiares. Mientras estaba en Chile dirigiendo, su hijo formaba parte de Santiago Wanderers”, relató el indeleble Cuchillo, quien también jugó para Provincial Osorno y Colo Colo.

“Enterarme de esta realidad fue muy duro, sobre todo por él. La justicia tiene que primar siempre sobre cualquier persona. Ahora a sus amigosnos toca tratar de apoyarlo y que estos 12 años sean lo menos traumático y pueda salir rehabilitado”, sentenció Fernández, quien pretende ver de nuevo y bien a uno de los amigos que le dejó el fútbol.