Es un cliché, a estas alturas, decir que cada certamen de los Juegos Olímpicos nos deja imágenes para la posteridad. En París 2024, hay varias que postulan a serlo. En otras ediciones, hay unas que ya se estamparon en la retina de todos.

Un ejemplo claro de momento álgido e histórico fue la final del salto de altura en Tokio 2020. Estaban disputándose palmo a palmo la medalla de oro los atletas Mutaz Essa Barshim de Qatar y el italiano Gianmarco Tamberi.

Para el qatarí pudo haber sido una medalla de oro épica, en un último salto, ante un público completamente pendiente a su intento. Sin embargo, cuando le preguntaron si volvería a saltar, el de Medio Oriente preguntó si se podían quedar él y su rival italiano, ambos, con el oro, considerando que estaban empatados.

Ante la respuesta afirmativa del juez, entonces Barshim decidió mirar a Tamberi y estirarle la mano en señal de que estaba de acuerdo en que ambos se llevaran el oro (“historia, mi hermano, campeones olímpicos”, le dijo), ante lo que el italiano reaccionó efusivamente. La imagen pasó a la historia por la deportividad demostrada y porque el qatarí prefirió compartir una medalla antes que vencer a toda costa a su adversario.

Reencuentro

Ambos competidores se han vuelto a encontrar en París. Nuevamente, los dos atletas chocarán en una final, aunque probablemente no se repita lo mismo que la vez pasada.

Los dos clasificaron en la fase previa, disputada este miércoles, y que dejó a Barshim como el tercer mejor clasificado, mientras que el italiano quedó en la octava posición.

Sin embargo, lo que se robó las miradas fue el reencuentro que tuvieron en la pista. El qatarí iba a saltar, en un momento, y le dio un calambre. El primero en acercarse fue su compañero de medalla en la edición pasada, quien con sincera preocupación lo ayudó.

Tras lograr el salto, ambos deportistas se fundieron en un abrazo y se desearon lo mejor para la final de la competencia, la que está programada para el sábado 10 de agosto a las 13.00 horas de Chile.