Durante la última década, en el fútbol mundial hemos sido testigos de un mano a mano histórico entre dos de los mejores jugadores del planeta por ser el más grande de todos los tiempos, entre el portugués Cristiano Ronaldo y el argentino Lionel Messi.
Por más que en los últimos años, ambos ya no estén en el primer mundo de la disciplina, su influencia y récords se mantienen con el paso de los años, pese a la aparición de jóvenes como Erling Haaland, Vinícius Junior o Kylian Mbappé, que todavía ni se acercan a lo que logró este binomio.
Pero también en el fútbol hay gente que se rebela ante este debate entre Cristiano y Messi, para ponerse en la postura de que “todo tiempo pasado fue mejor”, así sacar definitivamente al luso y al trasandino de la discusión sobre el GOAT.
Tal es el caso del ex lateral izquierdo brasileño Roberto Carlos, uno de los mejores de la historia en su posición, que sorprendió a todos cuando le preguntaron quién era el mejor futbolista de todos los tiempos. Su respuesta fue directo a la nostalgia.
¿Quién es el mejor de la historia para Roberto Carlos?
“Ni Messi, ni Cristiano, ni Neymar. Nunca habrá otro ‘Fenómeno’ como Ronaldo Nazario, él fue el mejor”, manifestó el otrora multicampeón con Real Madrid, quien a la hora de explicar su decisión, se basó en la experiencia que vivió a lo largo de su carrera.
“Creo que en nuestra generación fue más difícil marcar goles. Era más físico en aquel entonces y los atacantes estaban menos protegidos. Pero Ronaldo podría hacer de todo“, agregó Roberto Carlos, que recordó cómo vivió su llegada al cuadro merengue. “Sabía lo increíble que era cuando llegó al Real Madrid, pero mucha gente en el club, no. Sorprendió a mucha gente”, recordó.
Los números que logró el Fenómeno en su carrera
Ronaldo Nazário tuvo una carrera de 18 años, en los cuales brilló en clubes como Cruzeiro, PSV Eindhoven, Barcelona, Inter de Milán, AC Milan y Corinthians, además del cuadro merengue. En total convirtió 352 goles en 518 juegos.
Además, con la selección de Brasil, el Fenómeno supo ganar la Copa del Mundo en Estados Unidos 1994 y Corea-Japón 2002, además de conquistar una Copa América en Bolivia 1997, más la Copa Confederaciones de ese año en Arabia Saudita.