El duelo entre Boca Juniors y Gimnasia en los cuartos de final de la Copa Argentina fue con escándalo. Mientras se disputaba la serie en el Estadio Marcelo Bielsa, ocurrieron serios incidentes entre las barras. Hasta Juan Román Riquelme se tuvo que meter para evitar una tragedia.
Tras un primer tiempo donde Boca se impuso por la cuenta mínima, ambos equipos volvieron a la cancha para la segunda mitad. Pero ahí comenzaron los disturbios. Y las imágenes eran preocupantes, más cuando se rompió una reja que separaba a las barras de Boca y Gimnasia.
El panorama se tornó mucho más oscuro cuando la policía se hizo parte del conflicto. Los jugadores xeneizes y hasta el técnico Fernando Gago, desesperados, pedían a los oficiales no disparar balas de goma a los hinchas. También, le rogaban a los barristas que pararan los disturbios.
En medio de la desesperación, las cámaras de la transmisión oficial captaron a Juan Román Riquelme, que se movió a la platea, sosteniendo a algunos hinchas de Boca para que detuvieran los incidentes. La imagen del vicepresidente del club ayudó a calmar un poco la situación.
Boca le ganó a Gimnasia en penales
Luego de que los incidentes cesaron, las autoridades definieron que el partido continuara. Boca perdió su ventaja cuando, a los 66′, Marcos Rojo metió la pelota en su propio arco después de un córner. El empate llevó a que la seria se definiera en penales, donde se impuso el Xeneize.
Leandro Brey, portero de 22 años de Boca, fue la figura de la tanda de penales. Tapó cuatro de los cinco tiros: solo Pablo de Blasis anotó, ya que Rodrigo Castillo, Franco Troyansky, Leonardo Morales y David Zalazar sufrieron con las manos del golero. En Boca, anotaron Marcos Rojo y Jorge Figal. Fue suficiente.