Matías Almeyda fue muy apuntado por el partido que perdió Sevilla por 2-1 ante el Villarreal. Una de las críticas fue haber dejado a Alexis Sánchez en la banca, a pesar de haber sido figura en los dos últimos partidos.
Lejos de hacer autocrítica, asegura que haber jugado el sábado ante Alavés lo obligó a rotar mucho al equipo. Y el chileno, como jugó casi todo el encuentro (entró temprano en el primer tiempo), fue cuidado.
“Este entrenador mide cada metro que hacen los jugadores, si lo hacen con intensidad, si está para recuperarse rápido. Muchos de ellos no estaban”, manifestó.
“Uno pregunta si no sería caprichoso y trato de no serlo. Nosotros trabajamos en equipo y analizo el partido, y fue bueno. No analizo los cambios. Es muy fácil pegarme por los ocho cambios, estaban bien hechos. Yo pregunto y algunos no estaban recuperados en un corto margen”, se defendió Almeyda.
La mejora del Sevilla para adelante
Almeyda agregó además que haber agotado ante Villarreal los cambios a los 70 minutos quizás fue una decisión apresurada.
“Uno toma decisiones rápidas y seguramente la próxima lo pensaré. Pero consideraba que era el momento justo para poner a Nianzou, que nos daba esa seguridad y por su velocidad porque jugaban al contragolpe”, sostuvo por el último cambio.
“Había gente que se había quedado sin piernas. Los cambios estaban programados con otros tiempos y cuando pasaron se hicieron. Y por ahí sí es un error, puede ser un error. Si salía bien me iban a fecilitar y si no…”, agregó.
Eso sí, destaca que tras el ingreso de Alexis Sánchez mejoró el equipo. “En el segundo tiempo metimos al rival en su campo, con jugadas rápidas, llegando al área rival, porque en el primer tiempo nos faltó la precisión del último pase”, cerró.