Una pelota muerta le dio vida a los españoles, que se pusieron 3-2 en la final gracias a una pirueta notable del brasileño Diego Carlos.
El marcador central recogió un rebote dentro del área y se lanzó con todo al gol, con un gesto técnico tremendo, pero su disparo no tenía destino de red, tocó en Lukaku y se fue al fondo del arco de Handanovic.
Chilena, rebote y gol, para que Sevilla acaricie su sexto título en la Europa League.