Belgrano de Córdoba logró el tan ansiado ascenso gracias a una victoria lejos de casa. El cuadro celeste se impuso por 3-2 ante Brown de Adrogué gracias a un doblete del ex atacante de Rangers de Talca Pablo Vegetti, autor de 16 conquistas en el certamen, y Joaquín Susvielles. Pero el festejo en la ciudad fue varias horas después del partido.

Fue una celebración motivada desde el club, que luego de ganarle el título de la Primera Nacional a uno de sus acérrimos rivales, Instituto de Córdoba, emitió mensajes del tipo “LA CIUDAD ES NUESTRA” o “VOLVIÓ EL MÁS CONVOCANTE”. Y todo incluyó un paseo por suelo cordobés en una procesión que se denominó “La Caravana mágica”.

Así fue el bus que trasladó por Córdoba al plantel de Belgrano, que regresó a la primera división de Argentina.

Si bien la intención fue recibir los vítores de la hinchada del Pirata, esa motivación estuvo a punto de transformarse en una tragedia debido a una falla logística del tipo sacar mal los cálculos: en la intersección de Circunvalación con la avenida Juan B. Justo, cerca del supermercado Hipermayorista Makro,hay un puente que estuvo a nada de provocar un accidente peligrosísimo.

El techo del bus que transportaba al plantel estaba descubierto y varios futbolistas iban ahí, engalanados con típicos artículos de cotillón en las fiestas, como gorros o enormes anteojos, también más de alguna peluca. Y cuando el transporte pasaba por debajo del señalado puente, las dimensiones no eran suficientes para que los futbolistas permanecieran de pie.

Por eso mismo, y en gran medida gracias al aviso del tercer portero del plantel estelar, Juan Strumia, quien alertó al mediocampista Mariano Miño que debía agacharse para no ser golpeado por la estructura. Afortunadamente, eso duró apenas unos segundos. Pero seguramente fueron eternos para quienes corrieron tanto riesgo después de vivir una alegría tan enorme.