Kevin de Bruyne decidió llevar el espíritu de la Navidad un paso más adelante y se personificó como el popular Grinch durante la Nochebuena en Inglaterra. Lo que el crack de Manchester City nunca esperó fue la reacción de su hijo pequeño.
El seleccionado belga llegó a las mini vacaciones de fin de año con el animo a tope, ya que junto a los Citizens son líderes de la clasificación en Premier League con 44 puntos, a tres de distancia de su escolta, el Liverpool.
Aprovechando el buen humor el volante de 30 años no encontró nada mejor que gastarle una broma a su familia, calzándose un disfraz del seramargado y cascarrabias que desea acabar con la Navidad sea como sea.
De Bruyne compartió un registro del jocoso momento en sus redes sociales, mostrando cómo caminaba por la casa asustando y sacándole risasa su madre y a todos sus familiares presentes.
Lo que el comandado por Pep Guardiola no se vio venir fue la reacción de uno de sus hijos pequeños, que al ver al monstruo de verde en su hogar se espantó a tal punto que pegó un saltó y retrocedió, estallando de inmediato en llanto.
Michelle Lacroix, esposa del belga, consoló al pequeño y De Bruyne se quitó la máscara para mostrarle que era una broma, y comenzó a hablar para que el infante se calmara al escuchar su voz.
Después del patatús inicial, el niño pasó de las lágrimas a la risa, entendiendo que todo se trataba de una jugarreta de su padre.
El registro audiovisual compartido por De Bruyne no tardó en hacerse viral en internet, sacando carcajadas entre los usuarios por la ocurrencia festiva del futbolista de Manchester City.