Este miércoles se registró un lamentable incidente en las principales avenidas que desembocan en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla donde se juega la final de la Europa League.
Hinchas de los equipos finalistas, Eintracht Frankfurt y Rangers, se enfrentaron en una batalla campal que se inició con un ataque de los alemanes a unos escoceses que estaban bebiendo cerveza en un bar.
La policía llegó con cinco furgones para neutralizar los disturbios que incluyeron agresiones y destrozos de bienes públicos y privados en las calles de la ciudad.
Hasta el momento no se ha informado sobre posibles heridos ni detenidos por esta pelea, que tuvo lugar sólo horas antes del inicio del partido.
Eso sí, la noche del martes se han detenido a cinco hinchas del Eintracht de Frankfurt, quienes habían agredido a aficionados locales en otro enfrentamiento callejero.
Increíblemente llegaron unos 150.000 seguidores de ambos equipos a Sevilla, pese a que el estadio tiene una capacidad de 40 mil para esta final.
Es decir, la mayoría de los fans están vagando por las calles bajo un calor de 35 grados en la tarde, lo que tiene revolucionada a la ciudad.
“Hemos quintuplicado las peticiones de cerveza, vodka y whisky. Abrimos más temprano para adaptarnos a sus costumbres y están alucinando con los vaporizadores que tenemos en nuestra terraza. Durante lunes, martes y miércoles hemos reforzado la plantilla como si se tratara de un fin de semana”, dijo la responsable de un bar en Sevilla al diario El País.
Mientras el propietario de otro restaurant, comentó: “En mi bar hay hinchas de los dos equipos y por lo que vemos son pacíficos. Pero a medida que van bebiendo cerveza suben los gritos”.