Más de una hora se demoró la selección de Argentina en su arribo al país en el trayecto de 5 kilómetros desde el aeropuerto al predio de la AFA en la zona de Ezeiza, en su primer recibimiento con la gente luego de obtener el título en el Mundial Qatar 2022.
Es que fueron miles de personas las que se acercaron para dar la primera bienvenida al equipo liderado por Lionel Messi, que arribó de madrugada a Buenos Aires, para descansar y preparar la gran fiesta de este martes en la capital.
Pero no todo fue tranquilo. Es que el operativo tuvo problemas con el mar de gente que se acercó y que no le importaba nada con tal de acercarse al bus descapotable donde iban los campeones del mundo.
Los hinchas se arriesgaron cruzándose en el bus o algunos tratando de trepar, aunque rápidamente eran corridos por la policía que custodiaba la zona.
Una situación tan peligrosa como la que vivieron los jugadores, quienes se arriesgaron en el segundo piso del bus, donde un grupo se subió a una plataforma para ir más cómodos mostrando el trofeo de la Copa del Mundo.
Messi, Rodrigo De Paul, Ángel Di María, Nicolás Otamendi, además de Rodrigo De Paul, quienes no fueron avisados con tiempo de la proximidad con los cables de electricidad, por lo que tuvieron que ser más plásticos que el Dibu Martínez en los penales para evitar un accidente.
En una rápida situación los cinco jugadores alcanzaron a agacharse con el paso del bus con los cables, donde el que sacó la peor parte fue Paredes, quien en la situación perdió su gorro, aunque no hubo nada más que lamentar en la salud de los campeones del mundo.
Algo que se podría repetir en el recorrido por la ciudad de Buenos Aires que realizarán en el mismo vehículo, donde tendrán que tener cuidado para no tener que pasar por los mismos inconvenientes.