Era cuestión de tiempo. La racha de malos resultados de Boca Juniors, que suma diez partidos sin ganar y la eliminación de la Copa Libertadores, llevaron a que el Consejo de Fútbol del cuadro xeneize sentenciara la partida del entrenador Miguel Ángel Russo.

El organismo encabezado por Juan Román Riquelme y el Patrón Jorge Bermúdez puso término a un ciclo que se extendió por casi veinte meses, en los que ganó la Superliga Argentina y la Copa de la Liga Profesional, aunque sin mostrar el mejor fútbol.

La paciencia estaba al filo y las derrotas contra Atlético Mineiro en competencia continental, sumado al registro de apenas dos goles en los últimos diez encuentros, terminaron con la paciencia de la dirigencia, que dejará a Sebastián Battaglia como interino.

El ex mediocampista y jugador más ganador de la historia de Boca, con 18 títulos, tomará el control de un plantel tras dirigir a la Reserva ydebutará el sábado ante Patronato. Pero entre los candidatos a la sucesión definitiva ya aparece un claro favorito.

Russo tuvo que convivir con uno de los mejores momentos de River Plate del último tiempo, encabezado por Marcelo Gallardo

Se trata de Jorge Almirón, quien se encuentra desocupado desde febrero, cuando puso fin a su experiencia en el Elche de España. En Argentina fue campeón con Lanús hace un lustro y como jugador celebró un título de segunda división en Chile, con Santiago Wanderers.

Mientras tanto, Russo ingresará a un periodo de reflexión para determinar las razones que le impidieron emular su gran primer paso por Boca, cuando fue campeón de la Copa Libertadores. La misma en la que alcanzó semifinales en 1996 con Universidad de Chile.