Loreto Fuenzalida (26) al salir del colegio entró a estudiar derecho, sin embargo, cuando terminó su primer año, se cuestionó su futuro laboral en esa carrera. Lo que tenía más claro es que quería trabajar con y para las personas. Por eso, tras discusiones con su familia, postuló a trabajo social sin decirle a nadie y quedó seleccionada: “Fue una satisfacción tan grande entrar a una carrera que tiene como propósito la transformación y la justicia social, siempre apuntando al bien común de la sociedad y las personas que la conforman”.

Cuando estaba por terminar su carrera, sus prácticas profesionales fueron siempre ligadas al deporte. A pesar de que nunca creyó que el trabajo social pudiese mezclarse con lo deportivo y la actividad física, el primer lugar donde comenzó a trabajar fue la Fundación Fútbol Más. Allí rediseñaron un programa sociocomunitario que se llama “El Partido de mi Barrio” que se enfocaba en trabajar con cuatro clubes deportivos en Renca y Huechuraba.

En Fundación Fútbol Más, Loreto confiesa que se enamoró del trabajo en terreno y del impacto que tiene el deporte como herramienta de transformación social en el barrio: “También el hecho de conocer las problemáticas que se viven en los rincones del país, y que son solucionadas por dirigentes y dirigentas. Me hizo entender el poder que tiene la dirigencia en el barrio y es tremendo, y creo que tenemos que aprovecharlo. Es puro amor y orgullo verlos trabajar en pos de sus comunidades”.

Mesa de trabajo con personas trans | Foto: Cedida

Loreto también fue gestora de participación ciudadana en Tenemos que Hablar de Chile, una plataforma que pertenece a la Pontificia Universidad Católica donde su tarea era facilitar los diálogos de “Chile a Escala” un programa que buscabala representatividad del territorio. En 2020 volvió a lo más deportivo, pues fue la responsable de Relaciones Comunitarias del club Universidad Católica.

Para ella aplicar lo aprendido siempre es un desafío tremendo porque “yo usualmente soy muy insegura, pero se aprende colectivamente y con las personas. Ellos y ellas tienen mucho que entregar porque finalmente son quienes se enfrentan a los problemas del día a día. Cuando pensamos en políticas públicas, tienen que tener el foco territorial, la participación y voz de las personas, si no, no tienen sustancia y pierden valor”, asegura Fuenzalida.

Actualmente Loretoasumió el cargo de asesora de género de la ministra Alexandra Benado del Ministerio del Deporte y confiesa que cuando la llamó “casi me muero de la emoción. Jamás pensé que a mis 26 años estaría en el lugar donde los cambios realmente se pueden hacer. El mandato es transversalizarla perspectiva de género y, como bien sabemos, el deporte es uno de los espacios más masculinizados que hay, donde también se genera la reproducción de estereotipos súper binarios:que a ti como niño te toca jugar esto, a ti como niña esto y no tiene que ser así”.

Alexandra Benado y Loreto Fuenzalida en terreno | Foto: Colo Colo

Hoy el Mindep cuenta con herramientas como el protocolo contra el maltrato, discriminación, acoso y abuso sexual en el deporte, y estas permiten erradicar la violencia, especialmente de género, en los ámbitos deportivos. La meta de la carteraes poder asegurar la práctica segura en todos sus ejes:”Creo firmementeen que el deporte, el juego, la recreación y la actividad física sonherramientas que nos puede ayudar a crear una sociedad más justa y amena”, declaró.