Colo Colo y Universidad de Chile ya tiene grupo para la Copa Libertadores y ninguno de los dos, únicos representantes del fútbol nacional en el máximo torneo de clubes, la tendrá fácil. De hecho, van contra campeones vigentes.
La U integra el Grupo A con Botafogo (vigente campeón de Copa Libertadores), Estudiantes de La Plata y Carabobo de Venezuela.
Por su parte, Colo Colo cayó en el Grupo E con Racing Club (vigente campeón de Copa Sudamericana y Recopa Sudamericana), Fortaleza de Brasil y Atlético Bucaramanga de Colombia.
En Deportes en Agricultura, Juan Cristóbal Guarello analizó lo que le deparó la suerte a Colo Colo y Universidad de Chile en el torneo continental. King Kong cree que a la U le tocó un rival más fácil, pero también la tendrá difícil.
Colo Colo, caramelito no; la U, caramelito sí, pero…
“Colo Colo la tiene difícil, porque no te tocó un caramelito. Y un equipo colombiano siempre te puede complicar. Ya le pasó al mismo Colo Colo con Deportivo Pereira hace dos años”, dijo Guarello.
Agregó que “el Pereira venía mal, habían vendido todos los jugadores, e igual no les pudiste ganar de local. A Colo Colo no le tocó ese caramelito. La U sí tiene ese caramelito. Por último, como local contra Carabobo, Universidad de Chile tendría que ganar los tres puntos. Pero ojo con las suspensiones de los partidos. Es horrible para todos: para la selección, la U, Colo Colo, y para el campeonato. Piensa que la U este mes ha jugado dos partidos, Copa Chile… sin los seleccionados. Cero continuidad”.
Respecto a la diferencia de planteles, Guarello sostiene que “por números es mejor el de Colo Colo, reforzó el plantel del año anterior, pero me parece que el mejor Colo Colo lo vimos el segundo semestre del año pasad, y tuvo varios problemas en el primero. Pero en ciertas posiciones Colo Colo me parece más equilibrado que la U”.
“Por ejemplo, a la U le falta un delantero por fuera. Tiene a Maxi Guerrero lesionado, tiene muchos por dentro. Tiene muchos volantes, pero no sabe dónde ponerlos y le falta un lateral izquierdo”, sentenció King Kong.