El entrenador de Sporting Cristal, [[Mario Salas]], se ha convertido en el principal candidato para suceder a Héctor Tapia después de la irregular campaña de Colo Colo en 2018. Tito termina contrato a fines de temporada y la continuidad se vé difícil, sin clasificación a Copa Libertadores y muy lejos de la lucha por el título: a 12 puntos de la UC.
En este escenario, el Comandante suma preferencias. Y aunque se ganó el corazón de los hinchas de Universidad Católica con el histórico bicampeonato, Salas mantiene una larga relación de hincha con el Cacique, cuya camiseta además vistió, entre 1995 y 1998.
El antecedente es bien cercano. En una entrevista que concedió al sitio Ciudad del Deporte en 2013, antes de dirigir a la selección chilena en el Mundial Sub 20 de Egipto y después de una gran campaña debut en Barnechea, el estratega reconoció que los albos estuvieron en sus plegarias desde pequeño.
“Soy hincha de Colo Colo, todos que creen que soy evertoniano. Mi abuelo, Alfredo Saieg, me metió desde niño su afición por el Colo. Obviamente, por todo lo que me dio Everton, siento una inmensa simpatía y cariño por el club. En Everton debuté como jugador y fui ayudante técnico de Nelson Acosta el 2009, cuando estuvimos en Copa Libertadores. Además, trabajé en sus divisiones menores”, explicó entonces Mario Salas.
Una frase que cobra vigencia cuando su nombre vuelve a rondar los pasillos del estadio Monumental, donde además está a cargo del fútbol un hombre con el que compartió el camarín en Macul a fines del siglo pasado, Marcelo Espina como director deportivo de Blanco y Negro.
Además, Salas puso al Cacique entre las mayores alegrías de su vida en el fútbol. “Son dos (alegrías): haber vestido la camiseta de la selección y haber jugado en Colo Colo. Esos son los dos objetivos que me propuse al iniciar mi carrera”, subrayó el técnico de Sporting Cristal.
Fotos: Agencia Uno