El director técnico de Coquimbo Unido, Fernando Díaz, conversó con Paulo Flores y RedGol tras dejar el hospital. Nano luchó por su vida y la pasó mal, complicado de gravedad por una neumonía desatendida que se le agudizó, entre otras complicaciones. Ahora está mucho mejor, pero debe seguir tratamiento kinésico para recuperar las funciones pulmonares.
“Gracias a Dios y a los médicos he ido avanzando. Me queda tiempo para recuperarme cien por ciento, pero ya estoy mejor. Espero reintegrarme de poco a la vida normal. Fue feo. Un refrío, fiebre, y seguí adelante… un Tapsín. Seguir y seguir, y la neumonía me avanzó sin que me diera cuenta”, contó Nano Díaz.
Agrega que “me tomó el riñón, el pulmón y la pleura, que es una telita que cubre el pulmón y el corazón, y se me infectó una infección que tenía en el glúteo. Al final fue un shock séptico. De un momento a otro me estaba vistiendo para ir al estadio y de un momento a otro no podía respirar. Se me inflamó el tórax, no me podía mover, era un dolor indescriptible”.
Incluso, el mismo DT revela que se salvó en gran parte por suerte, debido a que el equipo médico de Coquimbo es muy capacitado y trabaja en el recinto donde fue trasladado.
Toque de suerte, recuperación y Cabral más que un buen futbolista
“Alcancé a llamar al médico que estaba en el complejo de entrenamiento y le dije que me esperara. Estaba que me desvanecía, no sé cómo llegué en el auto. Cuando llego me toman los signos vitales y me llevaron a urgencia. Habían avisado y me estaban esperando… esos minutos me salvaron la vida. Tengo que recuperar capacidad pulmonar, pero voy avanzando”, expone.
Nano Díaz agrega que “salvo el primer y segundo día, que estuve muy complicado, siempre tuve contacto con el cuerpo técnico y los jugadores. Por la preocupación de ellos por mi salud, como para poder dar instrucciones por WhatsApp y planificaciones. Si había que atacar o no había que atacar. Mucho cariño de los jugadores. Aprovecho de destacar y agradecer el cariño del fútbol chileno en general. La gente de Coquimbo es maravillosa y eso ayuda”.
Asimismo, agradece profundamente el gesto de su equipo y evitó elogiar a Luciano Cabral como futbolista… para destacar su lado humano.
“Hay un momento que marca mi carrera: estoy en el hospital y empiezo a ver el partido y veo al plantel y cuerpo técnico y médico llevando un lienzo para mí. Me emocioné hasta las lágrimas. Me ayudó mucho a estar bien. (…) Más que hablar del jugador voy destacar que Luciano fue uno de los jugadores que me fue a ver y me abrazó, eso para mí tiene más valor que ser bueno para la pelota”, sentenció.
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