Antes de dedicarse a la música y de convertirse en una estrella de estatus planetario, Julio Iglesias era arquero del Real Madrid. Increíble, pero cierto. Y de no ser por un accidente de tránsito en 1962, nunca lo hubiéramos visto arriba del escenario en el Festival de Viña 1981, quebrado por la emoción de una actuación histórica.
De hecho, de no ser por ese accidente que lo dejó semiparalítico por un año y medio, el legendario cantautor pudo haber sido figura del club merengue, tal comoManuel Velázquez Villaverde, Ramón Moreno Grosso, Pedro de Felipe, Luis Costa, Espejo y Hernández, con quienes compartió vestuario.
Cuando se recuperaba en el hospital, un enfermero le regaló una guitarra y comenzó a crear sus primeras canciones. Ese fue el fin de la carrera de Iglesias como futbolista, del que quedan imágenes suficientes para ir matizando la lluvia de memes que llegará con el artista español y el séptimo mes del año.
Con esta historia, Julio Iglesias postula para cualquier selección de julios. Pero como en Redgol siempre partimos por casa, aprovecharemos de recordar a los julios que celebran su mes a partir de hoy y han sido parte memorable del fútbol chileno. Hay casos para todos los gustos, y por todos festejamos.
Un repaso por los julios del fútbol chileno
Julio Iglesias seguramente ha sido el julio más famoso del último siglo a nivel mundial, en la música y en el fútbol. Pero en nuestro fútbol encontramos varios cracks que han llevado con orgullo ese nombre. Los memoriones podrán debatir por sus favoritos, pero hay varios que no pueden faltar en el repaso.
Encabeza la nóminaJulio Crisosto, nacido en 1950 y que se destacó como delantero en Universidad Católica, Colo Colo, Naval, Arica, Linares y hasta el Panathinaikos de Grecia. Fue seleccionado chileno entre 1971 y 1977, siendo su gran dolor no haber sido convocado al equipo que viajó al Mundial de Alemania 1974. Al año siguiente sí jugó la Copa América.
Entre los jugadores más exitosos del fútbol chileno también se encuentra el argentino naturalizado chileno Julio Barroso, quien actualmente juega en Everton de Viña del Mar y lleva más de una década en las canchas nacionales.
El Almirante llegó desde Boca Juniors a Ñublense, saltó a O’Higgins y fue campeón antes de radicarse en Colo Colo entre 2014 y 2020. Ahí ganó tres ediciones del Campeonato Nacional, dos de la Copa Chile y dos de la Supercopa, además de llevar la jineta de capitán del cuadro popular.
Otro jugador chileno que destacó es Julio Gutiérrez, aunque no demasiado en el fútbol local, pues salió muy joven al Udinese, permaneciendo en Italia por cinco años en diferentes clubes. Tuvo pasos por Unión Española y Universidad Católica para luego terminar su carrera en el fútbol colombiano y venezolano.
Y no olvidar a Julio Suazo, nacido en 1954, quien se desempeñó siempre en el fútbol chileno, pasando por Unión Española y Huachipato, entre otros. Jugó sólo un partido en la selección chilena. O a Eugenio Julio, delantero que fue ídolo máximo en Coquimbo Unido y tuvo un breve paso por Colo Colo.
Universidad de Chile aporta dos julios más actuales: Julio Moreyra, el Indio, que jugó 31 partidos entre hasta 2006, y Julio López, que llegó ese mismo año y paseó su carrera desde Indonesia hasta México y Suiza. Finalmente, entre los futbolistas contemporáneos aparecen Julio Fierro, arquero de Colo Colo de 20 años, Julio Bórquez, arquero de Lota Schwager y Julio Castro, delantero de San Felipe.
Para terminar, uno que reduce cualquier elogio a la mínima expesión. Julio Martínez Prádanos, el periodista chileno más importante de la histora, tiene su nombre inscrito en el Estadio Nacional, principal coliseo deportivo del país.
La despedida, como es lógico, corresponde a Julio Iglesias.”Dios quiera que cuando pasen muchos años ustedes no se olviden, ni sus hijos, ni sus nietos; de que un artista español sintió como chileno muchas veces y os dijo con toda su almaque os amaba, que os quería y que os adoraba. Hoy, mañana y siempre”, dijo en 1981.