Nadie se salva de las restricciones sanitarias impuestas para evitar una propagación del Covid-19. Por lo mismo, el nuevo técnico de Deportes Melipilla, Cristián Arán, está realizando sus charlas técnicas previas al duelo contra Palestino desde la cuarentena.

Para el miércoles a las 16.00 horas está agendado el duelo por el Campeonato Nacional en el estadio La Cisterna, donde el técnico argentino no podrá estar presente en forma presencial, pero sí ya ha tenido acercamientos telemáticos con sus dirigidos.

“Contacto físico ninguno. La charla previa al partido la hicimos desde el lugar donde el equipo entrena, en el Complejo Oriente, yo lo hice conectado desde mi casa. Pero está lejos de ser lo que uno pretende pero es lo que nos permite la situación por el momento”, cuenta Arán en conversación con TNT Sports.

En ese sentido, el entrenador entrega detalles de cómo fue su ingreso al país, donde tuvo que viajar en solitario, dejando a su familia en Argentina para evitar más inconvenientes.

El 1 de septiembre Deportes Melipilla confirmó a su nuevo entrenador, pero situaciones por el ingreso al país han demorado su trabajo con los jugadores.

“El hecho de decidirme a venir a Chile tiene que ver con una situación personal donde viví 11 años en este país. Si bien soy argentino, y me siento argentino, tengo un gran aprecio con este país que siempre me han tratado muy bien y cuando surgió la posibilidad con temas familiares resueltos decidí venir. Yo solo, no con la familia, porque para entrar uno es complicado, mucho más si veníamos tres personas“, detalla el técnico de Melipilla.

Por lo mismo, por el tema de las normas sanitarias de cuarentena, es que antes había rechazado algunas propuestas del fútbol chileno, pero, ahora que han disminuído las normas, accedió a venir sin problemas a tratar de levantar a los “Potros”.

“Había salido de Rangers hace dos años, que había sido mi última experiencia. Tuve contacto con un par de clubes, uno de Primera División y de Primera B durante este año, pero en ese tiempo la cuarentena era de 21 días, lo que hacía la profundización de la charla inviable. En esos momentos no se podía, pero cuando surgió la opción (Melipilla) la cuarentena era mejor, con una situación abordable”, finaliza.