El biólogo y doctor en ciencias médicas de la Clínica Alemana, Francisco Zamorano, quiso demostrar mediante un experiemento por qué "la marraqueta es más crujiente y el té más dulce" para los hinchas luego de ganar un clásico, tal como decía el ex entrenador chileno Luis Alberto "Zorro" Álamos.

Para tal efecto realizó una resonancia magnética a 21 hinchas de Colo Colo y 21 de Universidad de Chile, quienes dispusieron de lentes que les mostraban 30 minutos de goles en Súperclásicos y otros partidos.

En cada gol se revisó la actividad cerebral de cada uno de los aficionados, que luego fueron divididos en las categorías de fanático, hincha y espectador, según los colores que muestra el cerebro en la resonancia.

Francisco Zamorano explica cómo hizo el experimento mostrando partidos de clásicos: "A los hinchas les mostramos goles. Hicimos dos categorías: una es victoria significativa, que es cuando le ganas al archirrival. Y a esa actividad cerebral nosotros le restamos la actividad cerebral cuando tu equipo le hace un gol a un rival que no es significativo. Entonces al hacer esa sustracción nos queda lo que es propio del clásico".

"Vimos lo que pasaba en el cerebro cuando le ganabas al archirrival y aparece una activación del sistema de recompensa, que tiene que ver con todo lo que son las emociones. Vimos que había una activación ahí. Y justamente el área que se le activa a los adictos, como es el caso de los adictos a la nicotina o lo que sea", complementa.

Luego, comenta: "El Zorro Álamos decía que el lunes el té es más dulce y la marraqueta es más crujiente. Entonces pudimos demostrar lo que dijo el Zorro Álamos hace cuántos años atrás y que hay un valor agregado a ganarle al archirrival".

Imágenes de la actividad del cerebro de los hinchas

En cuanto a las derrotas, indicó: "Nos dimos cuenta que ocurren dos fenómenos simultáneos cuando tu equipo pierde. Uno que se apaga una parte del cerebro, que conecta toda la información que viene del sistema límbico, todo lo que es emoción, pasión, que tiene que ver con tus apetitos".

Entre otras observaciones, apunta: "Hay una adicción a la sensación de ganarle al archirrival. Es como cuando le ganamos a Argentina en 2016 y vimos a Messi llorar, fue rico, pero no es porque seamos malos o perversos. Es una cuestión normal en el ser humano, de disfrutar del dolor ajeno cuando tu cerebro le tiene mala o envidia al otro".

Zamorano también habla del comportamiento de los aficionados y cómo éste puede ser alterado por algún episodio negativo en un partido: "Hay una parte donde el cerebro se conecta con las cortezas de asociación frontales que son las que comandan el comportamiento normativo. Cuando chico te enseñaron cómo tenías que comportate en el colegio, que es distinto a cómo te tienes que comportar en la casa. Uno tiene un comportamiento aprendido para diferentes contextos, entonces cuando tú ves que pierdes ante el archirrival esa parte se apaga y todo el control racional que puedas tener sobre la emoción, que te dice 'tírale una piedra, él es tu enemigo'. Te das cuenta que esas cosas son más fáciles de que salgan. Además no estás solo, sino que con compañeros, camaradas, gente que es de tu mismo equipo, con el que tienes un sentido de pertenencia y vas a ver que si alguien genera una pelea, no eres solo, sino que parte de un bando".

El biólogo también aclara que los hinchas menos fanáticos tienden a ser más empáticos: "Otra cosa que vimos en el experimento, es que evolutivamente desarrollamos una estretegia que es la activación de una red especial del cerebro que se llama red de mentalización, que te permite identificar tus estados mentales y ajenos. Es el tema de la empatía y entender las intenciones del otro, lo que es muy relevante para la vida humana. Vimos que esta activación es súper fuerte sobre todo en la gente que es menos fanática. Mientras menos fanático eres la red de mentalización más se enciende".

Imágenes de la actividad del cerebro de los hinchas

Zamorano explica que para contrarrestar comportamientos indeseados es muy importante el factor cultural: "El Zorro Álamos era profesor normalista y él decía que el componente deportivo se tenía que trabajar junto con el componente cultural. Decía que era fundamental educar para formar a los profesionales. Él tenía ese concepto, no solamente jugar, no solamente entrenar, sino que los tipos fueras cultos. Decía que era muy importante para su desarrollo. Por algo fue uno de los técnicos más prolíficos de su época".

"Es importante mencionarlo porque está relacionado con todo lo que pasa ahora, con la pérdida de los valores, con los cabros que no llegan a las escuelas de fútbol con valores de la casa. Entonces, lo que demuestra la investigación es que para protegerte de caer en estas conductas irracionales tienes que tener un cierto background educacional, de respeto, de cultura, de entereza, que no es lo que tienen ahora. Ahora es el egoísmo, 'soy yo el único, no e interesan los demás, no son movimientos sociales, vamos todos para el mismo lado, pero no me interesa lo que le pase al de al lado", añade.

Asimismo se detiene a hablar sobre las barras bravas: "Hay un estilo de vida detrás de esto, que para alguna gente que está más desvalida, que tiene menos de qué apoyarse, tiene que recurrir a estos mecanismos de afiliación, de pertenecer, para tener la reputación del grupo. Si eres de la Garra Blanca, eres de un conjunto de gente que ya tiene historia".

"Hay mucha gente buscando identidad, es algo que le pasa a los chilenos. No tenemos demasiado, nuestro ídolo es Condorito, un tipo que te engaña, de medio pelo, la cultura del pillo. Todo pasa por un déficit social que se ha acrecentado lamentablemente en los últimos 20 años, que ha desapegado a los individuos de la sociedad. Entonces, al no tener identidad me afilio a un club deportivo, añade.

Para concluir, aseveró: "La idea del estudio es identificar los mecanismos cerebrales subyacentes al comportamiento de los hinchas en el estadio. La conclusión final es que tú te vas a comportar bien o mal no dependiendo del resultado, sino de lo que tú llevas por dentro, que tiene que ver con tu componente genético, tiene que ver con las experiencias de vida, con el contexto cultural y todos los factores que te diferencian como persona".

"En Europa es distinito. Hay un capital social. Han pasado dos guerras mundiales, hambrunas, recesiones y catástrofes que terminan por unir a la sociedad. En Europa la gente limpia el parque, porque el parque es de ellos. Acá no, porque la gente no siente que es su parque, la gente no se siente chileno", continúa.

Finalmente, es categórico al buscar una solución para la volencia en los estadios: "La solución sería tener estadios vacíos hasta que los niños que se estén educando ahora, estén bien educados y puedan ir al estadio".