Real Madrid parecía tener un pie y medio afuera de la Champions League tras el primer tiempo del partido de ida de los octavos de final de la competición pues necesitaba dos goles para forzar la prórroga ante un PSG que parecía tener totalmente dominado para dar un golpe de autoridad.
Sin embargo, un error de Gianluigi Donnarumma por una incomprensible pérdida de pelota le dio vida a los merengues que aún tenían trabajo por hacer tras ese primer tanto de Karim Benzema. Pero la noche del francés estaba aún por volverse aún mejor para convertirse en una totalmente legendaria.
En la fracción 76 lo mínimo de la remontada llegó en un veloz ataque de los de Carlo Ancelotti. Parecía que la jugada terminaba cuando Vinicius Junior erró la definición pero la pelota cayó en pies de Luka Modric y filtró una hermosa pelota para el Gato, quien dentro del área no falló y volvió a facturar.
El Santiago Bernabéu explotaba la locura pero lo mejor estaba por llegar. Inmediatamente, sacando desde el centro, la ingenuidad se apoderó nuevamente de los parisinos y Marquinhos despejó horriblemente justo al centro donde estaba el galo quien con un cachetazo de primera la mandó al fondo de la red.
Real Madrid estaba totalmente crecido y PSG por el suelo. No había nada que hacer hasta ese momento y otra gran noche vestida de blanco se hizo presente en Europa con Karim Benzema como su gran protagonista.