Erling Haaland es una de las máximas estrellas de la actual edición de la Champions League y su líder goleador con 10 tantos para el Borussia Dortmund y junto a Kylian Mbappé parecen los destinados a tomar el testigo de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi como los dominantes de la siguiente era. Su próximo reto en la competición es Manchester City en los cuartos de final.
Al noruego lo une muy de cerca un vínculo con el cuadro ciudadano, pues su padre, Alf-Inge, jugó en el club y fue el último de su carrera por motivos complicados al verse forzado a retirarse por problemas físicos. El suyo tuvo un origen bastante particular pues fue ocasionado por una dura patada del duro Roy Keane en un derbi.
La historia tiene una antecedente pues Haaland padre jugaba en el Leeds United en 1997 cuando se midieron al United y el entonces defensor fue a cortar una jugada en la que por mala suerte el mediocampista irlandés resultó con una lesión de gravedad. El escandinavo no se percató e incluso le recriminó que estaba fingiendo.
Keane jamás lo olvidó y esperó su oportunidad hasta la jornada 35 de la temporada 2000-01, controló larga una pelota y Haaland fue al corto. El rudo volante no lo dudó y alzó su pie hasta la rodilla del rival en una jugada que originó la roja pero que le costó la carrera al padre del hoy goleador.
Alf-Inge pasó por el quirófano y solo pudo disputar dos partidos más: uno con el City y otro con su selección, hasta retirarse en 2003. La historia pone a su hijo en la ciudad del incidente liderando al Borussia Dortmund que debe dar la sorpresa para seguir con vida en la Champions League.