Deportes Iquique caía por una goleada incontrarrestable ante la Unión Española cuando una invasión provocó otro partido que no termina en el fútbol chileno. Los Dragones Celestes perdían por 4-0 ante los hispanos en la fecha 5 de la Liga de Primera.
Pero la entrada de un grupo de encapuchados terminó abruptamente el encuentro en el estadio Tierra de Campeones. Al cabo de unos minutos, la cuaterna arbitral liderada por Franco Jiménez decidió que no había garantías para reanudar el cotejo.
Frente a la posibilidad de recibir un castigo gravísimo, el cuadro iquiqueño sacó la voz para defenderse de esta situación. O al menos para atenuar la responsabilidad existente en el hecho. “Cumplimos rigurosamente con todos los protocolos establecidos en la reunión de seguridad”, afirmó la institución.
En esa declaración pública, el cuadro de la región de Tarapacá dio más antecedentes de las exigencias. “La presencia de 98 guardias capacitados, el cierre perimetral interior y exterior para restringir el acceso no autorizado y guardias tácticos preparados para situaciones de alta violencia”, informó Deportes Iquique.
Pero nada de eso bastó para detener al grupo de encapuchados con distintivos del cuadro iquiqueño. “El personal de seguridad se vio sobrepasado por la violencia ejercida por algunos hinchas, quienes ignoraron todas las medidas de seguridad aplicadas”, apuntaron.
Deportes Iquique aclara sus puntos por la invasión que suspendió un partido del fútbol chileno
Para Deportes Iquique, esta invasión que dejó a medio terminar un encuentro del fútbol chileno puede significar una punición. Aunque aseguraron haber resguardado a los jugadores de la Unión Española, quienes liderados por Pablo Aránguiz se fueron rápidamente al vestuario.
Quizá Aránguiz tenía el recuerdo de cuando los hinchas de Universidad de Chile entraron a la cancha para increpar al equipo. Y prefirió la precaución y alejar a los suyos de la polémica, que tuvo al capitán de los Dragones Celestes con intentos de convencer a los invasores.
“Otro equipo de seguridad se encontraba en la zona mixta y cumplía la responsabilidad de resguardar al equipo visitante y a los árbitros”, avisó el equipo nortino, quizá para aplacar una sanción que parece cuestión de tiempo. Aunque el club también aseguró que prestará ayuda a las autoridades para “esclarecer lo sucedido y aplicar sanciones correspondientes”. El tiempo dirá en qué termina este escándalo.