Llama la atención la virulencia con que la prensa italiana ha atacado a Alexis Sánchez por haber rechazado ofertas y quedarse en el Inter de Milán a cumplir su último año de contrato. Como si el acuerdo fuera cuestión de uno solo y medios como La Gazzetta dello Sport o Sky Sport le cuidaran la billetera al patrón chinoSteven Zhang.

Lo cierto es que la stampa tendrá un nuevo motivo para hostigar al Niño Maravilla. Y es que el delantero chileno volverá a liderar el ránking de los jugadores mejor pagados del fútbol italiano en la proxima temporada, luego de que la Juventus anunciara el adiós de hombres comoMatthijs de Ligt a Bayern Múnich y Paulo Dybala a la Roma.

Con estos movimientos, caen los dos líderes del ránking de salarios de la temporada anterior. El defensor holandés ganaba 8 millones de euros y el mediapunta argentino facturaba por 7,3 millones en la Vecchia Signora. Y en una segunda línea aparece Alexis, con un ingreso anual de 7 millones de euros y una propuesta de 4,55 millones para rescindir el vínculo.

Junto al tocopillano hay más aventajados. De hecho, el inglés Aaron Ramsey comparte la primera posición del goleador histórico de la selección chilena y cerquita aparece el francésAdrien Rabiot, ambos jugadores de la Juventus. Zlatan Ibrahimovic tenía la misma renta en AC Milan, pero las lesiones lo obligaron a renovar por sólo 1,5 millones.

Inter mantiene congelado a Alexis Sánchez

Las presiones sobre Alexis Sánchez no vienen solamente de la prensa. Inter de Milán decidió marginar al delantero chileno de la delegación que jugó el amistoso ante Monaco el sábado pasado y se cree que acontecerá lo mismo cuando visite a Lens el próximo fin de semana, en la histórica cancha del rebautizado estadioFélix Bollaert.

De acuerdo a la informacióndel mercado internacional, Alexis ha estado en el radar de equipos como Flamengo, Betis, Sevilla, Marsella y River Plate. Pero lo concreto es que el jugador regresó a la Pinetina después de sus vacaciones y se mantiene firme en la intención de cumplir el año de contrato que le queda, a menos que tenga un buen acuerdo económico.