Cuando Junior Fernandes marcó el agónico gol que le dio el triunfo por 3-2 sobre Unión La Calera, en el fin del Campeonato Nacional 2021, todos en Universidad de Chile dijeron al cielo, y con una lágrima en la mejilla, que esto no se podía volver a repetir.

Por lo mismo, con el cambio de año, llegó el gran momento del director deportivo Luis Roggiero, quien había revolucionado a Independiente del Valle de Ecuador, haciéndolo una de las actuales grandes potencias del fútbol Sudamericano, con la billetera abierta de Azul Azul para armar un plantel a su pinta para que los azules volvieran a pelear en lo más alto.

El elegido para tomar esta nueva U fue el técnico colombiano Santiago Escobar, quien con su carrera realizada principalmente en Ecuador y en su país, tomaba uno de sus mayores desafíos en el fútbol chileno.

Para reforzar su proyecto se trajo al portero Hernán Galídez, titular en la selección ecuatoriana y que luchaba por clasificar al Mundial Qatar 2022, con una espectacular campaña y siendo un meta sensación en el continente.

En los primeros amistosos las cosas no comenzaron de la mejor manera. En el Torneo de Verano en Argentina se perdió el primer Superclásico ante Colo Colo por 2-1, además, en un optimista partido, anotaron una derrota contra Boca Juniors por 3-2, donde el plantel mostró algo.

El comienzo del Campeonato Nacional daría sus frutos, donde, como no pasaba en años, los azules estaban en la parte alta de la tabla de posiciones con una victoria por 4-2 ante Unión La Calera como visitante y luego 2-1 agónicamente ante Deportes Antofagasta.

Fue el 21 de febrero que todo comenzó a cambiar y la ilusión azul poco a poco se apagó. Derrota ante Ñublense, la que le seguiría un resultado similar ante O'Higgins y la más importante ante Colo Colo en el Monumental.

El Superclásico comenzó a sepultar el trabajo del colombiano Escobar, donde en tan solo 15 minutos el Cacique llevaba una tranquila victoria por 3-0, lo que finalmente fue cerrado como 4-1, en un duelo donde la U mostró todas sus falencias de plantel.

Con el alma en un hilo, el equipo bullanguero tuvo un repunte. Un empate ante Curicó Unido, que por poco fue triunfo, además de una victoria en Valparaíso ante Unión Española, la que sería el último respiro positivo del proceso Escobar.

Derrota ante Universidad Católica y Coquimbo Unido, un empate sin goles contra Palestino y la lápida ante Audax Italiano frenaron todo en Azul Azul despidiendo a Santiago Escobar.

El terremoto fue tan grande, que en el fin del mes de abril la U tenía fuera a su entrenador, además que le pasaron la cuenta al director deportivo Roggiero, quien también fue damnificado con su salida.

 

 

 

 

 

La eternidad de Leonel

 

 

El 2 de abril el mundo del fútbol, en especial de Universidad de Chile, se despertó con una lamentable noticia. Leonel Sánchez había dejado este mundo a los 85 años, llevando sus goles a la eternidad.

Histórico azul con el "Ballet Azul", además con la selección chilena, goleador en el equipo que consiguió el tercer lugar en el Mundial 1962 en el país, la leyenda de Leonel pegó fuerte en el mundo bullanguero.

Jugadores, dirigentes y miles de hinchas se acercaron a despedirlo en el estadio de Recoleta, donde días después le hicieron un largo recorrido, llevándolo por última vez al Estadio Nacional.

Sus restos fueron llevados al mausoleo de los mundialistas de 1962, donde descansa en la eternidad al lado de su gran compañero, Tanque Campos.

 

 

 

 

Miranda Primero

 

 

Los hinchas de Universidad de Chile no querían saber nada de la temporada, pero todavía quedaban ocho meses de competencia. Para muchos, volverían a repetir el sufrimiento de la mano del descenso.

Por lo mismo, llegó el momento de llamar a un bombero, a uno que fue parte del cuerpo técnico de Cristián Romero, el que solo meses antes salvó la categoría: Sebastián Miranda.

El ex jugador de Universidad Católica, Palestino, entre otros, estaba dando sus primeros pasos como entrenador en las juveniles azules, luego de trabajar como ayudante de la mano del técnico Nicolás Córdova.

Su estreno fue ante Deportes La Serena en Santa Laura, con una victoria 2-0, lo que dio un gran respiro al plantel.

Algo que no duró mucho, ya que en la siguiente fecha Everton los regresó a la realidad, con una derrota por 2-1, en un duelo marcado por la expulsión de Camilo Moya en los primeros minutos del encuentro en Sausalito.

Si bien luego vino una gran victoria por 3-2 ante Huachipato, que hacían pensar a la dirigencia de Azul Azul en dejarlo en el cargo, luego de la derrota 1-0 ante Cobresal, quedó definido que debían salir al mercado a buscar un nuevo entrenador, justo cuando el torneo entró en un receso.

 

El estilo europeo no fue suficiente...

 

 

El elegido para la tarea fue el uruguayo Diego López, quien fue campeón con Peñarol, pero que su gran carrera la había realizado en Italia, por lo que contaba con un cuerpo técnico con europeos en sus filas.

El charrúa tenía que ponerse de inmediato una mochila pesada con el peligro del descenso para toda la segunda ronda, aunque pudo tener los primeros partidos de Copa Chile para ir probando un nuevo esquema.

Incluso hubo tiempo para reforzar el plantel, donde los elegidos fueron Emmanuel Ojeda, Nery Domínguez y el portero Martín Parra.

La razón de este último fue porque el argentino nacionalizado ecuatoriano, Hernán Galíndez, presionó para salir del equipo, alegando amenazas de parte de hinchas a su familia, por lo que no quería permanecer en el país.

Tiempos después se sabría que, además, buscaba tener otro tipo de preparación, pensando en el Mundial, donde terminó siendo titular con Ecuador pero eliminado en fase de grupos.

Fue el primer dolor de cabeza para  Diego López, quien debutó con un sufrido triunfo por 2-1 como visitante ante General Velásquez en Rancagua, aunque luego tuvo que apretar los dientes en la revancha con un marcador 2-2 que le dio el paso a la siguiente ronda.

En el Campeonato Nacional también hubo ilusión, con una agónica victoria sobre Unión La Calera por 2-1 en Santa Laura.

Eso sí, como siempre en la U, comenzaron de inmediato las dudas. Un empate 1-1 ante Deportes Antofagasta en el norte dio el paso a una racha negativa.

Perdió por la cuenta mínima ante Ñublense en Valparaíso, además contra O'Higgins en Rancagua, en la previa de un nuevo Superclásico.

Ante Colo Colo el partido fue trasladado hasta Talca, donde el Cacique nuevamente se quedó con una tranquila victoria por 3-1, lo que nuevamente hizo que comenzara a tambalear la banca de López.

Un triste empate ante Unión Española y una derrota ante Curicó Unido, que peleaba puestos de avanzada, hacían que la dirigencia se preguntara en más de una oportunidad si la solución era dar un corte definitivo.

¿Un salvavidas? Lo tuvo. Nuevamente la Copa Chile, donde la U avanzó la llave ante Cobresal con un empate 1-1 en El Salvador, además de una sufrida victoria por 1-0 en el Elías Figueroa.

Un respiro que no duró mucho, porque Universidad Católica goleó a los azules por 3-0 en el Estadio Nacional, devolviéndolos a su realidad, además que un empate sin goles ante un colista Coquimbo Unido, fueron el fin de la historia del uruguayo.

 

 

 

Miranda: el salvador

 

Con un segundo técnico despedido, nuevamente le sonó el celular a Sebastián Miranda, quien estaba en su trabajo en el fútbol formativo de Universidad de Chile. Aunque en un momento dijo que ojalá esto fuera momentáneo, los resultados lo hicieron quedarse hasta el final en el cargo.

Es que en algo que nadie pensaba, la U regresó al triunfo con el interino, venciendo por 2-1 a Palestino en el estadio La Cisterna.

Eso no es todo, porque lo más sorprendente fue la victoria por 1-0 por los cuartos de final de Copa Chile ante Universidad Católica, en un duelo donde los azules fueron ampliamente superiores y que hizo que la dirigencia de Azul Azul se decidiera por Miranda hasta el final de temporada.

Tal como había pasado en temporadas anteriores, luego de ratificar a un nombre en el cargo de entrenador, vino un bajón. Audax Italiano venció por 3-2 a la U y dejó a sus hinchas otra vez rezando por escapar del descenso.

 

El 28 de septiembre vino la revancha por Copa Chile ante Universidad Católica, en el duelo con más polémica de 2022, cuando luego del gol de Fernando Zampedri de penal, los hinchas cruzados agredieron al portero Martín Parra con fuegos artificiales, teniendo que ser trasladado de urgencia desde Valparaíso hasta Santiago, además que el duelo quedó suspendido a la espera de la determinación de la Federación de Fútbol de Chile.

Mientras se determinaba eso, los azules volvían a sufrir con el Campeonato Nacional, donde su visita ante Deportes La Serena fue tomada como una final. Tanto así, que la victoria por 2-1 fue celebrada como un título, porque, matemáticamente los salvaba de la zona roja.

Con esa mentalidad enfrentaron nuevamente a la UC por Copa Chile, donde el resultado final fue 2-2, lo que permitió que la U, en algo impensado, alcanzara la semifinal del torneo y se ilusionara con una clasificación a Copa Libertadores.

Fue en ese momento cuando se pensaba que el fantasma de la B estaba enterrado, que vinieron los días más alegres en el CDA, con un plantel jurando que podría estar en la gran definición por la Copa Chile.

Con esto el foco del equipo de Sebastián Miranda cambió por completo. En el torneo empataron 1-1 ante Everton, pero su mente estaba puesta en el duelo ante Unión Española por Copa Chile.

El primer duelo, jugado en el CAP de Talcahuano, finalizó 0-0, con la esperanza viva para la revancha en Independencia.

En medio, la gran crítica para Miranda, quien llevó un plantel alternativo para enfrentar a Huachipato por el torneo, siendo goleado por 4-0, donde nuevamente comenzaron a pasar susto.

Como si fuera poco, Unión Española aprovechó la revancha en el estadio Santa Laura para vencer a Universidad de Chile por la cuenta mínima, dejándola sin chances de celebrar en la temporada 2022.

Para la última fecha del Campeonato Nacional había un mínimo riesgo para la U, aunque pese a que perdió por 4-3 ante Cobresal, ya se había salvado del descenso una nueva temporada, dejando respirando a sus hinchas, aunque con el dolor de otra temporada perdida.

 

Antes de terminar el año y buscando no repetir nuevamente ninguna de las experiencias de 2022, Universidad de Chile aceleró gestiones para presentar a Mauricio Pellegrino como entrenador para la próxima temporada, quién será el encargado de levantar a los azules.