Raquel Argandoña finalmente se refirió al incidente en que su hijo Nano Calderón apuñaló en múltiples ocasiones a su padre, asegurando en entrevista con Bienvenidos que "somos una familia de mierda, necesitamos tratamiento"

 

 

"Hernán hijo nunca quiso matar a su padre, sólo quiso lesionarlo por los mensajes y las tocaciones que Hernán le hacía a su polola", puntualizó. "Nunca estuve al tanto de esa relación padre-hijo con esa agresividad, que para ellos era normal".

En la conversación con Amaro Gómez-Pablos, Argandoña insistió una y otra vez que "el pelao, Hernán Calderón Argandoña, sólo necesita tratamiento profesional, porque la falla la tuvimos nosotros. Nosotros somos responsables. Yo soy responsable y doy la cara. Pero también su padre es responsable".

"Para mí sería muy fácil decir 'perdón, mi hijo no lo crié yo', desde los cuatro años lo crió el papá. No. Yo asumo. Ambos somos responsables de lo que está pasando", asumió, al mismo tiempo que reconoció que en el caso de que lo hubiese criado ella, el resultado no habría sido diferente.

Por eso recalca que "no me gustaría tener nada, pero me gustaría tener una familia normal".

Argandoña reconoció que su hijo merece un "castigo" y "conversar con un psicólogo o un psiquiatra", para luego pasar a postular que "Hernán es un excelente abogado, pero él sabe perfectamente que en la cárcel la mente de una persona no se rehabilita. Él necesita tratamiento de profesionales, en la cárcel no lo va a encontrar. Entonces, yo no sé qué odio tiene. ¡Es tu hijo, Hernán! No puedo entender eso".

Gómez-Pablos luego le preguntó a Raquel por la lección que merece Nano, ante lo que respondió que "no sé, un arresto domiciliario, que le pongan un brazalete. Que lo obliguen. Yo no puedo decir lo que tiene que hacer una jueza o un juez, pero sí un tratamiento por un largo periodo. No sólo él, toda la familia, el papá, la mamá", añadió.

Consultada por la formación de Nano, Argandoña indicó que "lo que menos me importa es la carrera de mi hijo. Lo único que me importa es que mi hijo se trate y sane. Lo demás da lo mismo. Tiene 23 años. A lo mejor no puede seguir estudiando. No sé la parte legal y cómo es eso. Pero si mi hijo sana, puede ser un nuevo comienzo".

 

Pacto roto: "Si mi hijo se mata, yo me mato"


Raquel Argandoña se desentendió del tema de Nano Calderón y su relación con las armas. "Yo no sé si portaba armas. Yo creo que no. Mi hijo es deportista y tenía armas, y las armas estaban inscritas. Pero él no andaba con pistolas ni nada en los autos".

"Parece que cuando tú tienes permiso, autorización y te hacen los exámenes psicológicos tu puedes comprar una escopeta y se la compraba el papá. Se hablaban entre ellos", añadió.

Argandoña y Calderón padre tenían el pacto de hacer "fuerza común" cuando se trataba de los hijos, pero en esta entrevista Raquel asegura que eso "se rompió ahora, porque hasta antes de presentar la querella, nunca me respondió. Le decía 'Hernán, ya es hora'. Él 'estoy reunido con mis abogados'. Vivo al frente. Yo sé que no estaba con nadie".

Argandoña indicó que Nano terminó en el clínica "él estudia derecho y se da cuenta que papá lo único que quiere es secarlo en la cárcel. Se lo dije a Hernán papá muchas veces. 'Resolvamos esto, porque puede ser sin retorno', se lo dije. Y tú sabes Hernán que te lo dije".

"Si mi hijo se mata, yo me mato", recalcó.

 

No hay vuelta atrás


"El papá lo debe saber. Pero ¿qué padre quiere ver a su hijo en la cárcel toda la vida?", fue la reacción de Raquel ante la pena de privación de libertad que puede enfrentar Nano.

Para luego admitir que "se quebró mi familia. Nos dimos cuenta o yo me di cuenta de que habíamos fracasado como papás. Es una muerte en vida y esa es la peor".

"No es sólo el golpe y el dolor de Hernán, sino también mi hija como se refiere a su hermano. Yo pienso 'Nos vamos a ir los dos. Hernán se tiene que morir. Yo también me tengo que morir. La Kel es su hermana mayor. ¿Qué va a ser de nuestro hijo después?'".

Además, le pidió perdón a Kel, indicando que "no voy a criticar a mi hija" y que "con la Kel no puedo hablar. Ella no me habla desde lo que pasó".

La psicología de Nano


Si bien Argadoña dice desconocer cómo Nano llegó a la clínica, asegura que ella intentó llevarlo a tratamientos a temprana edad, dando cuenta de que su arrebatos se manifestaron de manera temprana.

"Desde que empecé con la terapia familiar, antes de separarme de Hernán. Siempre recurrí a los profesionales. Creo en los psicólogos y los psiquiatras. Cuando eramos familia, que en ese entonces pensábamos que era normal, Hernán nunca creía en los psicólogos. Decía que los psicólogos lo único que hacían era sacar plata a la gente porque tenían más problemas que cualquier persona", explicó. 

"Después con el tiempo, él encontró que sí necesitaba tratamiento psicológico. Le prometí a Hernán 'yo lo voy a llevar'. Pedí ayuda a muchos colegas de televisión, 'este es bueno'. Traté, traté, traté; pero cuando un hijo es mayor de edad tú no lo puedes obligar a menos que lo declaren interdicto".

¿Cómo termina Nano en un clínica? "Por el hecho de que lo demandó el padre. No sé cómo llega a la clínica".

 "Dios nos ha ayudado como familia, porque creo que donde mejor puede estar en este momento es en una clínica psiquiátrica, atendido por profesionales, porque él lo necesita. Y después, que vayamos entrando de a uno, porque todos lo necesitamos en esta familia", subrayó.

Raquel Argandoña asegura el procedimiento que ha enfrentado Nano ante la Justicia da cuenta de una igualdad ante la ley para todos los chilenos, algo que fue duramente criticado durante la jornada previa, debido a que el tribunal le permitió a Nano pasar una parte de su prisión preventiva en un centro privado de salud mental en vez de una institución de Gendarmería.

"Yo creo que sí. Yo creo que la ha habido", sentenció. "Por ser mujer pública. Que creo que es una desventaja, porque hacen una medida ejemplificadora. Los hechos los tiene que ver la justicia. La jueza debe determinar el castigo de mi hijo. Pero lo único que le pido es que mi hijo necesita ayuda".  

 Entonces, volvió a emocionarse y a usar la televisión como un medio directo de comunicación con su familia: "pensé que era la mejor mamá y perdóname", le arrojó a Kel en pantalla.

"Yo soy madre de los dos. El que me necesite, yo voy a estar ahí siempre. Sea la Kel, sea Hernancito". También se dirigió directamente a Hernán Calderón padre: "no pudras a tu hijo en la cárcel, el error fue nuestro como papás".

Por eso recalca que "no puedo dejar a mi hijo sólo. ¿Cómo lo voy a dejar sólo si el padre lo únic que quiere es  lo quiere encerrarlo de por vida en la cárcel? No lo fue a asesinar, no lo fue a matar. Fue un impulso al saber que su padre le había proporcionado tocaciones a su polola", puntualizó.

"Se la quería jotear"


Argandoña también se refirió a la querella de la polola de Nano, Rebeca Fuentes, en contra de su suegro, asegurando que "a mi me dolió mucho cuando vi los Whatsapp, tienen fecha de marzo y estamos a agosto. Yo vi los Whatsapp con fecha".

"Cuando los hombres ven eso hay una intención. Te juro que es una pesadilla que no me gustaría despertar, porque cuando uno despierta dice 'chuta fue realidad'. Cada minuto que pasa, no puedo enter lo que pasó. ¿En qué fallamos? ¿Cómo alguien de nuestro entorno, están mal como papás?", se cuestionó.

Por eso recalca que el arrebato de Hernán fue producto de las tocaciones "absolutamente, y de los whatsapp que él vio. Mi hijo lo supo ahora".

"Yo con Hernán no vivo hace 15 años. La gente cambia. Fue un dolor muy grande, créeme. Dicen que las mujeres de los hijos son como hombres, no las puedes tocar. Eso es parte de la base. Figurate que si Hernancito pensaba que su papá era su superhéroe y de repente que te des cuenta de que su papá le hizo tocaciones a su polola, se la quería jotear, es terrible".

"Yo cuando vi eso, me costó mucho creerlo. Pero no te puedo mentir. Las fechas son de marzo y estamos en agosto", insistió, al mismo tiempo que no sabe si tal comportamiento de Calderón padre se dio con otras mujeres.