Los italianos tienen claro lo que se traen entre manos: desatar a las masas. Y eso precisamente fue lo que pasó la noche de este miércoles cuando Måneskin tuvo finalmente su encuentro en directo con un público que sin duda esperaba a la banda desde que alguno de sus hits se incrustó en sus mentes de tanta rotación que han tenido en Tik Tok.

Era el momento de la prueba definitiva para comprobar lo que realmente tenían para ofrecer y los músicos no defraudaron a una fanaticada que aguardaba desde temprano en el Movistar Arena.

La pasarela de modas más ecléctica de la vida se generó el recinto del Parque O’Higgins, gracias a las variopintos estilos que se exhibieron entre los más de 10 mil asistentes que se dieron cita para el concierto. En el lugar se apreciaba desde el rockero con polera de Ramones y el papá acompañante con look de Rob Zombie, pelo largo, barba y botas tejanas incluidas; pasando por tenidas de ceñido cuero negro y complejos peinados que luchaban contra la gravedad; hasta el incombustible y clásico combinado de jeans y polera.

Todo testimonio del amplio alcance en el fanatismo del cuarteto que se caracteriza por sus estrafalarias apariencias tan propias de su identidad. Si hasta el ex candidato presidencial Sebastián Sichel llegó a la velada con su familia.

Horas antes de la citación para el show, Måneskin ya daba luces de su presencia en Santiago. El baterista Ethan Torchio avisaba en la cuenta oficial de Instagram que “estamos listos para esta noche. Chile, Santiago”. En tanto, siempre fiel a su tono sensual, la bajista Victoria de Angelis se mostraba desde la cama del hotel, también confirmando que habían llegado al país.

¡Así se vivió Måneskin en Chile! (Foto: Instagram)

¡Así se vivió Måneskin en Chile! (Foto: Instagram)

¡Así se vivió Måneskin en Chile! (Foto: Instagram)

¡Así se vivió Måneskin en Chile! (Foto: Instagram)

Måneskin en Chile | ¿Cómo fue el show en el Movistar Arena?

Como un regalo para los mayores que acompañaban a sus hijos, los cuatro músicos saltaron al escenario de manera puntual, en medio de una estruendosa saturación auditiva, entre gritos y agudos de la misma música que apenas dejaron percibir que sonaba ZITTI E BUONI.

Con el audio a todas luces jugando en contra, o al menos así se percibía en Cancha General, la banda igualmente siguió agitando el ambiente con IN NOME DEL PADRE y MAMMAMIA.

Entonces, el líder de la agrupación Damiano David, quien hasta ese momento lucía una sedosa bata blanca, decidió despojarse de ella para revelar que vestía la camiseta alternativa alba de la Selección Chilena, obteniendo más vítores de una audiencia que ya se había echado al bolsillo hace rato.

“Hola Chile, ¿cómo están? Los amamos. Se ve increíble”, dijo el vocalista antes de hacer LA PAURA DEL BUIO. Entonces, el espectáculo se abrió paso a ese verdadero hitazo de redes sociales llamado Beggin’, el cover de la canción que Frankie Valli & The Four Seasons lanzaron al mundo en 1967.

Una pausa y llegó una abrupta instrucción del maestro de ceremonias. “Cállense”, pidió Damiano, para luego resaltar “primera regla: Si alguien cae al suelo, lo levantamos. Así lo pasamos bien todos”. La situación se dio cuando vio a una chica en problemas en medio de la cancha VIP.

¡Así se vivió Måneskin en Chile! (Foto: Guille Salazar/RedCarpet)

¡Así se vivió Måneskin en Chile! (Foto: Guille Salazar/RedCarpet)

CORALINE disminuyó un poco la intensidad del espectáculo. Pero el bajo tempo duró poco. “Están listos para el rock n’ roll”, fue el llamado antes de que VENT’ANNI explotara en escena. Por suerte, cuando a esa altura ya había pasado media hora de show, el sonido se había corregido en gran medida y los instrumentos comenzaban a diferenciarse, mientras que la voz se abría paso para destacar. Así se beneficiaron tanto el desplante de Damiano como los solos de guitarra que vendrían de parte de Thomas Raggi.

Close to the Top tuvo al líder de la agrupación confesando que era “una canción muy importante, y no sólo porque es la favorita de mi papá” y claro venía la prueba de larga ejecución que ofrecería Raggi en su instrumento, con un solo casi a oscuras apenas iluminado por un foco en manos del vocalista, quien también hizo que el público improvisara una gran ola, al seguir el haz de luz.

En FOR YOUR LOVE, Victoria absorbió la energía que le entregaban desde la audiencia y se lanzó a surfear el público, siendo recibida con entusiasmo en las primeras filas, desatando una pequeña pesadilla para la seguridad.

Una vez recuperado el control, vino otro de los grandes estandartes de los italianos: I WANNA BE YOUR SLAVE y en ese momento fue Raggi quien se fue a revolcar entre los fans. Pegadita llegó I Wanna Be Your Dog, cover en homenaje a The Stooges, devolviendo a la audiencia a fines de los sesentas, gesto que llegó con el torso de Damiano cubierto ahora con la camiseta alternativa de Colo Colo.

¡Así se vivió Måneskin en Chile! (Foto: Guille Salazar/RedCarpet)

¡Así se vivió Måneskin en Chile! (Foto: Guille Salazar/RedCarpet)

“Esta es la última canción”, advirtió el líder sorpresivamente, cuando apenas había pasado una hora de espectáculo, e hicieron pasar a una veintena de fanáticos al escenario para hacer acompañados LIVIDI SUI GOMITI. La locura fue tanta que Damiano hasta terminó firmando el seno de una fanática que apenas vestía una chaqueta abierta. Ella le agradeció satisfecha, con la sonrisa más grande del mundo.

Casi puntuales a las 22:00 horas, salieron del escenario, para volver cinco minutos después a cumplir con un bis que trajo consigo la balada Le parole lontane.

Luego, haciendo gala de ser hijos de la repetición incesante de sus hits en las plataformas digitales, tocaron nuevamente I WANNA BE YOUR SLAVE, aunque en una versión extendida que los llevó a jugar con el público. Nadie se molestó, la mayoría lo aplaudió, tal como si le estuviesen dando play otra vez a un clip en Tik Tok. Era justamente lo que querían escuchar.

Måneskin concluyó su presentación en la marca de la hora y 15 minutos. En un show que se concentraba en su energía sobre el escenario más que en otros artilugios espectaculares. Exenta de pirotecnia o aprovechamiento de recursos visuales como las viejas y confiables pantallas, se trató más bien de una presentación austera con foco en los músicos, la idolatría a su presencia y el encuentro con su culto, que tampoco pidió mucho más. Una misión si está clara: los italianos están poniendo en contacto nuevamente a las generaciones más jóvenes con el rock. Eso es innegable.

¡Así se vivió Måneskin en Chile! (Foto: Guille Salazar/RedCarpet)

¡Así se vivió Måneskin en Chile! (Foto: Guille Salazar/RedCarpet)