Un hecho inusual se produjo en una escuela católica de Nashville, Tennesee en Estados Unidos: sus autoridades decidieron prohibir a los estudiantes los libros de Harry Potter.
Así, tal cual. El reverendo Dan Reehill, de la St. Edward Catholic School, se puso en contacto con exorcistas de su país y de Roma y le hicieron este apunte porque los hechizos que ahí salen “son reales”.
“Las maldiciones y hechizos utilizados en los libros son maldiciones y hechizos actuales, que cuando son leídos por un ser humano, corren el riesgo de conjurar espíritus malignos en la presencia de la persona que lee el texto”, dice el correo electrónico enviado a la comunidad.
De todas formas, no es primera vez que esto pasa. Los exitosos libros de Harry Potter, de la escritora J. K. Rowling y con una tan o más best seller edición en películas, han sido censurados en Estados Unidos y el Reino Unido por, supuestamente, “promover valores satánicos y magia negra”.