Tras nueve días y más de 192 horas de búsqueda, finalmente este viernes se encontró el cuerpo de Tomás Bravo, el niño de 3 años y 7 meses que había desaparecido en Caripilún en la comuna de Arauco, Región del Bío Bio. Hallazgo que condujo a la detención de su tío abuelo Jorge Eduardo Escobar Escobar, la persona con quien se vio por última vez al pequeño.

Tomás desapareció la tarde del miércoles 17 de febrero, a eso de las 19:30 horas, mientras acompañaba a Escobar Escobar a buscar unos animales a un campo cercano a su hogar, algo que no era extraño ya que se trataba de una actividad que se realizaba con regularidad.

En la primera versión que entregó el 18 de febrero, Jorge Eduardo Escobar -hermano de la abuela materna del pequeño- indicó que "salí con él a buscar los terneros y las vacas y en eso recorrimos el campo entre los dos, yo con él, de la manito. Y después me tocó echar las vacas para acá y lo dejé a él parado en una parte, y en esa parte yo me metí para abajo y después cuando volví no lo encontré".

Siguiendo esa pauta, el familiar del pequeño también elucubró que "él se vino a la carretera y alguien lo tomó, no sé. Cómo le voy a hacer una cosa así a mi huachito, de hace más de tres años, cuando nació, que estaba con nosotros".

"Lamentable lo que pasó", manifestó también, en referencia a que las sospechas apuntaron desde un principio a su persona.

Escobar Escobar fue el primero que ayudó en las búsquedas, colaboró con las policías y motivó a las personas que llegaron a apoyar los trabajos de las indagatorias.

Sin embargo, el hombre pasó a cobrar relevancia como sospechoso en la investigación cuando se supo que había acudido donde una tarotista tras la desaparición. Mujer que posteriormente desmintió su versión.

Este martes 23 de febrero, cuando la búsqueda se había ampliado casi por una semana sin luces de resolverse, incluso mediando una defensa del tío abuelo por parte de la madre del menor Estefanía Gutiérrez y cuando ya comenzaban a surgir contradicciones e incongruenciasel Juzgado de Garantía de Arauco autorizó a la fiscal Carolina Molina para acceder al tráfico de llamadas, mensajes de texto y WhatsApps, además de la georeferenciación de los celulares al momento de las comunicaciones de los familiares del pequeño.

Con la medida se pudo acceder a las llamadas del tío abuelo, de la madre y del padre del menor, Moisés Bravo.

Junto con esta decisión, se amplió la búsqueda del niño a 18 puntos con el fin de dar con alguna pista que permita dar con su paradero.

Tres días después y luego de que el perímetro de búsqueda se ampliara a ocho kilómetros, los resultados surgieron recién este viernes, cuando el fiscal jefe de Arauco, Jorge Ortiz dio cuenta de que se había encontrado el cuerpo de Tomás cerca de un galpó a dos kilómetros de su hogar.

"Gracias al trabajo que se realizó por las policías, por los bomberos, de manera mancomunada, se logró encontrar el cuerpo de Tomasito", indicó Ortiz desde el sitio del suceso.

El persecutor añadió que, si bien la autopsia se realizará en las próximas horas, el cadáver "coincide absolutamente en sus características físicas, morfológicas y en sus ropas" con las de Tomás.

Ortiz explicó que se extendió una orden de detención respecto de la persona de Jorge Escobar, quien, preliminarmente, es sospechoso del delito de homicidio simple, aunque se investigará si el niño fue víctima de violencia sexual.

Ahora, Jorge Eduardo Escobar Escobar permanece arrestado en el cuartel de la PDI de Lebu, instalación hasta el que llegó gente a manifestarse en contra del hombre e incluso apedrearon el edificio. Es por esto que llegó Carabineros con equipos antidisturbios para dispersar a los manifestantes.

El tío abuelo de Tomás pasará a control de detención este sábado 27 de febrero, instancia en la cual se pedirá la ampliación de la detención, "en razón que se tienen que esperar los peritajes" por el caso.