Ya comenzó la campaña de vacunación contra el virus sincicial, convirtiendo a Chile en el primer país de Latinoamérica en implementar esta estrategia de inmunización con el medicamento Nirsevimab.
Cabe destacar que, según la evidencia, la vacuna reduce en hasta un 90% la tasa de hospitalización. “Es un paso muy relevante en la preparación de la temporada, para dejar atrás todo el sufrimiento que hemos tenido en otras circunstancias en que brotes invernales”, comentó la ministra de Salud, Ximena Aguilera.
¿Quiénes deben vacunarse contra el virus sincicial?
A partir del 1 de abril se podrán vacunar todos los niños que nacieron desde el 1 de octubre de 2023 hasta la fecha, es decir bebes hasta los 6 meses de edad.
Los padres deberán acudir con los niños a los centros de vacunación para que sus hijos reciban el medicamento. Mientras que los recién nacidos serán vacunados en las maternidades de la red asistencial pública y privada.
“Necesitamos que los niños se inmunicen y para eso deben llevarse a los vacunatorios y en las maternidades, donde estará disponible el anticuerpo. Si todos los niños quedan inmunizados dentro del mes de abril, vamos a poder tener una temporada con una menor reducción”, remarcó el presidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, Dr. Jorge Fabres.
¿Qué es el virus sincicial?
El virus sincicial (VSR) es un virus común que causa infecciones respiratorias en personas de todas las edades, pero es particularmente peligroso en bebés y niños pequeños, así como en adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Se contagia principalmente a través del contacto directo con las secreciones respiratorias de una persona infectada, como al tocar superficies contaminadas o al estar cerca de alguien que estornuda o tose. También puede propagarse a través del contacto mano a mano.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas del virus sincicial pueden variar desde leves a graves e incluir congestión nasal, fiebre, tos, dificultad para respirar, sibilancias (ruido silbante al respirar), fatiga y falta de apetito.
En bebés y niños pequeños, los síntomas pueden ser más graves y pueden incluir dificultad para respirar, hundimiento de las costillas al respirar, respiración acelerada, irritabilidad y letargo.
Es importante buscar atención médica si un niño muestra signos de dificultad para respirar o si tiene fiebre alta y no mejora con el tiempo.