En 2007 se tornó mundialmente conocido el extraño caso del desaparecimiento de la pequeña niña británica Madeleine McCann y, a 16 años de su misteriosa desaparición en Portugal, la historia podría tener un vuelco, luego que los padres de la menor aceptaran que una joven polaca se realizara exámenes de ADN para comprobar si es la niña perdida.

La historia de McCann se hizo conocida en mayo del 2007, cuando la familia se encontraba de vacaciones en una pieza de un centro turístico en Praia da Luz, región de Algarve, Portugal. En la noche del 3 de mayo, sus padres dejaron durmiendo a Madeleine y sus dos hermanos, para ir a cenar a un restorán con amigos a pocos metros, por lo cual, revisaban constantemente que sus hijos se encontraran bien, hasta que en a las 22:00 horas la madre de la pequeña fue a la habitación y se percató que la niña no estaba.

De aquello pasó cerca de dos décadas, hasta que la semana pasada la joven polaca, Jule Wandelt, de 21 años, creara una cuenta de Instagram señalando que ella puede ser la pequeña perdida que causó revuelo mundial durante el 2007 y pide realizarse un examen de ADN. En dicha cuenta, publica algunos argumentos con los que busca probar que existen razones para pensar que podría ser Madeleine McCann.

Los parecidos

En la cuenta, la joven polaca publica fotos donde se aprecia que comparte rasgos físicos similares a los que tenía la niña al momento de su desaparición, lo que la llevó a pensar que podría tratarse de ella. “Tengo ojos parecidos, forma de cara, orejas, labios, tenía el espacio entre los dientes”, señala en una de las publicaciones.

Otras de las fotos y videos publicados, muestra similitudes que habría entre ambas, como una peca en la pierna, una mueca en la cara o una mancha en el ojo. Precisamente esta mancha podría ser fundamental, ya que McCann tenía un coloboma en el ojo, afección que provoca una falta de tejido.

Instagram: @iammadeleinemccan

Instagram: @iammadeleinemccan

Aceptan realizar prueba de ADN

Ante la viralización de las pruebas de Wandelt, los padres de la pequeña Madeleine pidieron a la joven polaca que se realizara una prueba de ADN, que ellos también deberán realizarse, para comprobar o descartar que se trate de la pequeña desaparecida en 2007.