La Federación de Fútbol de Chile quedó con cara de “exijo una explicación” tras recibir la copia de la sentencia de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, que desestimó la denuncia contra Byron Castillo y la selección de Ecuador por irregularidades en la documentación del defensor que jugó ocho partidos en las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022.
Es que, como se esperaba, la casa del fútbol mundial decidió atenerse a los fallos de la justicia ecuatoriana sobre la identidad del defensor que pertenece a los registros del León, aunque califica de “sospechoso” el hecho de que el Registro Civil de Colombia cuente con un certificado de nacimiento de Bayron Castillo, hijo de los mismos padres que el ecuatoriano.
¿Puede ir al Mundial un jugador que no resuelve esa sospecha? Según la FIFA, sí; aunque el dictamen abre una puerta al debate por parte de Chile, no sólo ante la Comisión de Apelación, si no que además ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, como instancia sucesiva. Y con la posibilidad de sumar nuevos antecedentes.
Redgol tuvo acceso al punto 48 del fallo, que expresa esta inquietud en las autoridades del fútbol mundial: “Sin entrar a cuestionar la validez o autenticidad del certificado de nacimiento colombiano —si bien está de acuerdo en que puede resultar sospechoso que dos certificados de nacimiento diferentes contengan información similar pero al mismo tiempo contradictoria— la Comisión señaló que, contrariamente a las alegaciones de la ANFP, no podía estar razonablemente satisfecha de que se refirieran a la misma persona”.
Nunca ha sido consultado Byron Castillo
La respuesta negativa de la FIFA había sido anticipada por el abogado que representa a Chile, Eduardo Carlezzo, quien intentó de todos los modos que Byron Castillo fueracitado a una audiencia para clarificar quién es el hijo de sus padres que tiene fonéticamente su mismo nombre y nació tres años antes en la localidad colombiana de Tumaco.
El brasileño puntualizó que la parte chilena solicitó “una audiencia para escuchar al jugador. Él tiene que hablar y los órganos deportivos tienen que escuchar. Él es el principal involucrado y me preocupa que FIFA no lo haya llamadopara una audiencia, el jugador tendría que comparecer y como no sucedió, me preocupa mucho”, explicó el 7 de junio pasado.
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La duda coincide con lo expresado por una unidad de investigación de la Federación Ecuatoriana de Futbol y el Registro Civil de ese país, que en 2018 estableció que era posible que la inscripción del jugador hubiera sido adulterada en una oficina que además fue sancionada por este tipo de irregularidades, en la localidad de Playas.
Sin embargo, para los juecesKwasiAnin-Yeboah(Ghana),Thomas Hollerer(Austria) y Mark Anthony Wade (Bermuda), la carga probatoria de Ecuador no pudo ser igualada por lo que ofrecía Chile. Se trata de un fallo de laUnidad Judicial Sur de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de Guayaquil y el habeas data otorgado por una corte constitucional.
El primero asegura que no se puede determinar que ambos certificados, el de Ecuador y el de Colombia, pertenecen a la misma persona; mientras que el segundo satisface el derecho sobre la potestad de los datos identitarios por parte del individuo, y obliga al Registro Civil a rectificar su ficha con la información controvertida.
Frente a eso, los registros colombianos “no eran, en opinión de la Comisión, suficientes per se para corroborar la afirmación de que los documentos ecuatorianos han sido falsificados. De hecho, hasta este momento no se ha podido establecer que ninguno de ellos contenga información falsa”, explica el apartado.
Con estos antecedentes, la FIFA queda de brazos cruzados. Chile se aferrará a buscar mayores respaldos para avanzar en la sospecha, aunque la opción de un boleto al Mundial de Qatar 2022 ya es casi inexistente. Si llegara a probar su denuncia, Ecuador y Castillo pueden ser castigados de manera diferida, después de que se presenten en Doha.