Luego de Unión Española, Fernando Cordero pasó a Universidad Católica logrando gran identificación con los cruzados, que lo extrañaron mucho cuando partió a San Martín de Tucumán.

Pese a que jugó muy poco en el cuadro trasandino, el Chiqui no tiene dudas en afirmar que "la liga chilena no tiene nada que envidiarle a la argentina. La única diferencia que tienen es la del correr mucho. Ellos privilegian mucho más el correr que jugar y se echa de menos el tema de los pases seguidos. Eso no pasa mucho allá".

Corderó le confesó a CDF que pese a lo poco que jugó, hace un balance positivo de su experiencia en Argentina. "Con mis compañeros me llevé muy bien, hice varios amigos. Es un poco raro el ambiente ya que la liga es desordenada y el club tenía cosas que a muchos jugadores no nos gustaban. La manera bajo la cual se manejaba el club no me pareció buena, pero fue una experiencia que me sirvió para aprender", cerró.