El presente de Ronaldinho se vuelve a oscurecer. La superestrella brasileña, que se encuentra detenido hace tres semanas en una cárcela de Asunción, no podrá recibir nuevas visitas en una medida de protección ante la evolución del coronavirus en Paraguay.

La pandemia ha extremado las medidas en el penal en el que se encuentra el ex jugador de Barcelona, investigado por su ingreso con documentación falsa al país. El Ministerio de Salud local exige el uso de guantes, máscaras y alcohol gel al personal de la cárcel.

De todas formas, Ronaldinho tendrá un control permanente de su salud. El ex futbolista además tiene la posibilidad de ocupar una celda con televisión y aire acondicionado, según ha asegurado la prensa paraguaya.