Jaime Vera logró la calidad de ídolo como jugador en el OFI de Creta y en su regreso a Grecia como DT no lo hace mal tras salvar al equipo helénico del descenso y mantenerse en la Primera División con un gol en la agonía.
“El festejo duró hasta el otro día. Los hinchas me dan besos y en los restaurantes donde voy me pagan hasta el café, la comida y la bebida. Han sido meses bajo mucha presión, pero la salvación reafirma que me fue bien como jugadores y ahora como cuerpo técnico”, dijo el Pillo a LUN.
Agrega: “hace 27 años estuvimos aquí como jugadores y el recibimiento ha sido espectacular. Fue muy emotivo cuando tomamos el equipo porque era muy difícil salvarse”.
Siguió complementando: “no hablo como un griego, pero me entienden bien. En el camarín hay un danés, un francés, un marfileño, un portugués, un sueco, dos argentinos y un brasileño, así que también usamos conceptos en inglés para que todos comprendan”.
Sentenció: “esta isla tiene unos ocho meses de verano, hay playas por todos lados y muchos restaurantes, pero no tendré vacaciones todavía, porque debo organizar la pretemporada en otros países de Europa”.