La Región de Ñuble es la segunda más afectada de Chile por el coronavirus después de la zona Metropolitana. De hecho, Chillán se encuentra cerrada por un “cordón sanitario” y nadie puede entrar o salir.

Los once accesos a la ciudad están resguardados por Carabineros y el Ejército. Sólo pueden saltarse la medida aquellos que tengan salvo conducto o camiones que trasladen productos de primera necesidad.

Así las cosas, Ñublense se aleja de la zona de riesgo y en medio de la cuarentena aquellos jugadores que tenían la posibilidad de abandonar Chillán se trasladaron a otras localidades.

“Muchos salimos. Los que podíamos. Más de la mitad del plantel se fue de Chillán antes del inicio de las restricciones. El club nos dio esta posibilidad a los que podíamos. Igual hay compañeros que se quedaron allá. Es una situación difícil para todos, pero más para los que no pudieron salir de la ciudad”, dijo Jorge Ampuero al CDF.

Por su parte, el DT del cuadro de la Primera B, Jaime García, intenta mantener el contacto en medio de la dispersión de sus jugadores y se contacta a diario con el plantel para monitorear los entrenamientos remotos y establecer nuevos objetivos.