Gran Turismo acaba de llegar a los cines en todo el mundo con una atrapante historia que muestra el ascenso de Jann Mardenborough (Archie Madekwe), un adolescente británico que soñaba con ser piloto de carreras mientras jugaba juegos de carreras en su dormitorio y luego hizo realidad ese sueño
El año 2011, con apenas 19 años, Jann ganó el máximo premio de la GT Academy: un contrato para conducir para un verdadero equipo de deportes de Nissan. La historia del piloto ya muchos la saben, construyó una carrera razonable como profesional: corrió en las 24 Horas de Le Mans varias veces y luego compitió en la serie Super GT de Japón, logrando una impresionante carrera que surgió de una inesperada manera, la cual es el centro de la cinta.
El programa GT Academy fue una creación de un ejecutivo de marketing de Nissan en el Reino Unido, que tuvo que convencer tanto al cerebro detrás de Gran Turismo, Kazunori Yamauchi, como a la división de deportes de motor de Nissan de su genialidad, que es posible extrapolar las habilidades de GT en Play Station a una pista real de carrera, para motivar a aficionados y conductores en todo el mundo.
La película, cuya duración es de 2 horas 15 minutos, pasa de manera muy rápido, debido a que no tiene puntos bajos o partes tediosas. La historia fluye de comienzo a fin y cada personaje que aparece se vuelve interesante. No hay desgastes, no hay diálogos innecesarios y nada sucede por azar.
Gran Turismo es satisfactoriamente simple: El protagonista, quien tiene todo en contra; un entrenador duro, pero sabio; la molestia de sus rivales y la duda de sus padres frente a esta nueva carrera.
Incluso si los espectadores no son aficionados a los videojuegos, se entretendrán con la historia. Hay una emoción innegable y un suspenso palpable durante las escenas de carreras.
Las carreras son electrizantes e intensas y a medida que el sonido se acelera y las imágenes se mueven más rápido; Es imposible no quedar atrapado en la acción y desear que Jann se lleve el primer lugar.